El Presidente de Estados Unidos, rumbo a Singapur, se echó para atrás en la declaratoria final de la cumbre tras discrepancias con el premier canadiense, a quien llamó débil y deshonesto
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró el apoyo de su país a la declaración final de la Cumbre del G7 en una pelea comercial en la que acusó de “deshonesto” a Justin Trudeau, el primer ministro canadiense que presidió la reunión.
“Basado en las falsas declaraciones de Justin en su conferencia de prensa y en que Canadá cobra cuantiosas tarifas a nuestros granjeros, trabajadores y compañías, ordené a nuestros representantes no apoyar el comunicado”, tuiteó Trump desde el avión que lo llevó a Singapur.
También tuiteó que Trudeau se mostró “tan sumiso y manso” durante sus reuniones, y que el posterior endurecimiento de su discurso es “deshonesto y débil”.
Trump reiteró la amenaza de imponer aranceles “a los autos que inundan el mercado estadunidense”, una decisión que apunta inicialmente hacia Alemania, otro prominente miembro del G7.
Trudeau había dicho antes que todos los países que asistieron a la cumbre del G7 firmaron un comunicado conjunto, a pesar de las fuertes tensiones comerciales con Estados Unidos.
Agregó que Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y Japón elaboraron un “lenguaje de consenso” con el que todos podían estar de acuerdo.
Trump aplicó aranceles a Canadá, México y la Unión Europea, lo que enfureció a sus contrapartes antes de la cumbre. Algunos pronosticaron que sería difícil alcanzar un consenso.
Pero Trudeau dijo que los gobernantes se “remangaron” y elaboraron un texto en el que todos podían estar de acuerdo sobre una amplia gama de problemas.
El premier canadiense insistió en que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre Estados Unidos, Canadá y México no incluirá una cláusula de vencimiento, cuando Trump había dicho horas antes que los negociadores estaban “bastante cerca” de incluir esa cláusula.
El mandatario abandonó la cumbre del G7, donde trató de apaciguar los ánimos con gestos amistosos, pero quedaron en evidencia las amplias discrepancias con los demás países. Hizo declaraciones vagas sobre el progreso de las negociaciones comerciales, pero había pocos detalles y las diferencias seguían claras a la mitad de la cumbre.
Trump insistió en que Estados Unidos debe aplicar más aranceles comerciales y que “si los demás países toman represalias, estarán cometiendo un error”. Dijo que otras naciones se han aprovechado de su país en el ámbito comercial, “y eso va a parar o dejaremos de tener comercio con ellos”.
El Presidente rechazó las denuncias de que Estados Unidos está cada vez más aislado internacionalmente, atribuyéndolas a “noticias falsas”.
Las relaciones con otros países “son de un máximo nivel”, insistió el mandatario, a pesar de que en el mismo evento se hicieron evidentes las amplias discrepancias entre su gobierno y los demás países.
Dijo que no culpa a otros países por firmar acuerdos comerciales que, según Trump, son malos para Estados Unidos, pero “si eso no cambia, no tendremos comercio con ellos”, dijo.
En la declaratoria final, los países del G7 firmaron un texto de compromiso sobre el comercio, que no solucionaba el conflicto actual sobre los derechos aduaneros, pero proponía nuevas negociaciones.
“Destacamos el rol crucial de un sistema comercial internacional fundado sobre reglas y seguimos combatiendo el proteccionismo”, dice el comunicado.
Se comprometieron a modernizar la Organización Mundial de Comercio con el fin de hacerla más justa lo antes posible.