Según el gobierno ucraniano, un misil de crucero ruso Kh-101 impactó contra el hospital pediátrico aunque Rusia asegura que el ataque fue provocado por los sistemas de defensa aérea ucranianos. Moscú reiteró el martes que las fuerzas rusas solo atacan infraestructuras militares.
La capital ucraniana está de luto este martes tras los bombardeos rusos que dejaron más de 30 muertos y destruyeron el mayor hospital pediátrico del país, un balance que amenaza con aumentar a medida que se despejan los escombros.
El bombardeo del hospital infantil de Okhmatdyt conmocionó a Ucrania tras más de dos años de una guerra que empezó con la invasión rusa en febrero de 2022. El ataque también fue condenado por los aliados occidentales de esta exrepública soviética.
«Dirigir intencionalmente ataques contra un hospital protegido es un crimen de guerra», denunció el martes la subsecretaria interina de Naciones Unidas para asuntos humanitarios, Joyce Msuya.
“Estos incidentes son parte de un preocupante patrón de ataques sistemáticos contra centros de salud y otras infraestructuras civiles en Ucrania», destacó durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, organizada a petición de Kiev.
Por la mañana, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, indicó que cerca de 40 personas murieron el lunes en todo el país, incluidos cuatro niños, y 190 resultaron heridos por los casi 40 misiles lanzados por Rusia.
Más tarde anunció que había llegado a Washington para participar en una importante cumbre de la OTAN, donde preveía reclamar más armas para su país. «Luchamos para conseguir más defensa antiaérea» y «más aviones F-16», que deberían llegar a Ucrania próximamente, dijo.
«Profundo dolor»
Al menos 33 personas, incluyendo cuatro menores, murieron en Kiev, donde los bombardeos golpearon un hospital, una clínica privada y edificios residenciales, según el último balance oficial. Un anterior saldo daba cuenta de 31 decesos.
El papa Francisco expresó su «profundo dolor» por los ataques a estos dos centros médicos, informó el Vaticano en un comunicado.
El Ayuntamiento decretó un día de luto en la capital, donde las banderas ondeaban a media asta y los eventos de entretenimiento fueron pospuestos.
Según el gobierno ucraniano, un misil de crucero ruso Kh-101 impactó contra el hospital pediátrico aunque Rusia asegura que el ataque fue provocado por los sistemas de defensa aérea ucranianos. Moscú reiteró el martes que las fuerzas rusas solo atacan infraestructuras militares.
Naciones Unidas afirmó que existía una «gran probabilidad» de que el hospital pediátrico sufrió el «impacto directo» de un misil «lanzado por la Federación Rusa».
La representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, Danielle Bell, admitió que aún se necesitaba una investigación más profunda, pero que las grabaciones mostraban «que el arma impactó directamente contra el hospital».
«Insoportable»
Zelenski indicó que cerca de 400 socorristas y cientos de voluntarios trabajaron el lunes en el hospital de Okhmatdyt para ayudar a despejar los escombros y buscar sobrevivientes.
En un edificio residencial del barrio de Syrets, en el oeste de Kiev, al menos 12 personas -de las que cuatro eran niños- murieron, según el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko.
Siete personas -cinco cuidadores y dos pacientes- murieron en un bombardeo contra la clínica privada Adonis, en el este de la ciudad. En el hospital Okhmatdyt, dos adultos -una médico y un visitante- murieron y 32 personas resultaron heridas, según las autoridades.
La paz es «de suma importancia» y «la guerra no puede resolver los problemas», subrayó el primer ministro indio, Narendra Modi, al presidente ruso Vladimir Putin.
“Cuando se asesina a niños inocentes, uno los ve morir, le duele el corazón y ese dolor es insoportable», dijo el dirigente indio desde Moscú, donde realiza una visita oficial.
El ejército ruso lleva meses ganando terreno en la línea de frente e intenta aprovechar las dificultades de Kiev para reponer sus filas y obtener más armas de Occidente.
Moscú reivindicó el martes la toma de Iasnobrodivka, un pueblo del este de Ucrania, según el Ministerio ruso de Defensa. En la zona fronteriza rusa de Belgorod, los bombardeos ucranianos dejaron al menos cuatro muertos en las últimas 24 horas, según el gobernador regional.