Por Daniel Aceves Rodríguez
“Olvidaba decir, que esa noche, aquél grupo bohemio celebraba entre risas, libaciones, chascarrillos y versos, la agonía de un año que amarguras dejó en todos los pechos, y la llegada consecuencia lógica del feliz año nuevo”…
Hemos iniciado el año 2023 y con ello también hemos cerrado un capítulo importante de nuestra vida, puesto que el 2022 forma parte ya de la historia de nuestra existencia en este mundo, atrás queda para cada uno las metas cumplidas o que quedaron en el aire, los momentos tristes y las horas de felicidad, las ausencias dolorosas o quizá las felices llegadas, los cambios inesperados que dieron un giro impensado a los propósitos que en el fin de año anterior se había uno imaginado y todas las bendiciones directa llegaron a nuestra vida.
En fin tal como se dice coloquialmente el tiempo pasado es historia ya que deberá servirnos para realizar un calificado balance de lo que para cada quién signifique lo bueno o lo malo y lo tengamos como experiencia vivida que nos sirva como argumentos y experiencias para ser mejores en este nuevo año.
Es verdad la vida sigue cronológicamente sin importar si ayer era el 2022 y hoy ya es 2023, nuestro tiempo de vida sigue marchando y somos los humanos quienes medimos astronómicamente este ciclo heliocéntrico para dar una pauta en nuestro caminar y llegar a un oasis de paz que nos llene de buenos deseos y nos permita reanudar nuestra marcha en un mundo que se nos presenta cada vez con mayores retos, con mayores obstáculos que nos indican que cada día debemos prepararnos más, que nos impulsa a ser mejores, a buscar nuestra armonía espiritual y física para que dotados de esa fortaleza podamos conducirnos mejor en la vida y ser causa ejemplar en cada uno de los roles que desempeñamos, como hijos, hermanos, padres, tíos, compadre, jefe, subordinado, clientes, servidores, alumnos, maestros en fin en cada actividad de nuestra vida donde el prójimo necesite de nosotros y claro en consecuencia se requiere de ellos, ya que el ser humano no puede desprenderse de su condición de ser gregario.
Hemos recibido con beneplácito este nuevo año, nos hemos deseado en compañía de los seres queridos todo lo mejor de nuestros sentimientos, nos hemos propuesto tal vez una serie de buenas actividades por realizar durante este año, hemos brindado por la salud, el bienestar, la economía, el éxito de nuestras empresas, los logros de nuestros planes, la paz del mundo, el progreso de nuestra patria y todos aquellos deseos particulares que guardamos en nuestro corazón y que en ese momento de júbilo afloran de una manera natural y diáfana.
Independientemente de ello podemos decir que lo más importante al tener salud y conservarla, es considerar que este 2023 nos puede traer 365 oportunidades para progresar y dar lo mejor de cada uno de nosotros, que si sabemos aprovechar este gran regalo que hace horas Dios nos ha hecho, nos sentiremos plenos y satisfechos y sobre todo agradecidos con Èl por ser merecedor de ello.
Y a Él le pedimos:
Que seamos felices con el Perdón, nada más poderoso para desterrar los odios y establecer la paz.
Que seamos felices con la Justicia, sin ella no hay humanidad.
Que seamos felices con la Ternura, es el único sol necesario para alumbrar días y noches
Que seamos felices en este año lo necesitamos es deseo y don de Dios.
¡¡¡¡ Feliz año 2023 a todos aquellos que toman un momento para leer estos artículos!!!!