Veritas Libertas Vos
Por Daniel Aceves
“Cuando la tormenta pase y se amansen los caminos, y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo, con el corazón lloroso y el ánimo bendecido, nos sentiremos dichosos tan solo por estar vivos”
Este 13 de octubre serán 97 años de que la Virgen de Fátima se apareciera a tres pequeños videntes Lucía, Jacinta y Francisco en un lugar de Portugal llamado Coba de Iria. En aquella ocasión después de una serie de seis apariciones que iniciaron un 13 de mayo de 1917, realizó una prueba que sería la señal para que el mundo entero comprendiera sus palabra, esta prueba tal como ocurriera en nuestra patria con el ayate de Juan Diego, fue algo totalmente asombroso que ha pasado a la historia como el Milagro o la Danza del Sol, ese fenómeno fue visto por todos los habitantes de esa región tanto creyentes como incrédulos, ahí en un día lluvioso, después de que la Virgen se había despedido de los niños, separó sus manos y los rayos de la luz que emitían, se reflejaron en el sol, en ese preciso momento la vidente Lucía (quien era la única que podía escuchar lo que la Virgen decía) gritó a la multitud ¡mirad al sol!, al instante ceso la copiosa lluvia y las nubes que habían encapotado al cielo toda la mañana se disiparon, y el sol apareció en el cénit como un disco de plata al cual podían mirar los ojos sin deslumbrarse, alrededor del disco mate se distinguió una brillante corona y después de una manera por demás extraordinaria el sol empieza a sacudirse con bruscos movimientos como si se hubiera puesto a temblar para finalmente empezar a dar vueltas sobre sí mismo como una gran rueda de fuego, proyectando en todas direcciones unos haces de luz cuyo color cambiaba constantemente, así el firmamento, la tierra, los árboles, las rosas, y la inmensa multitud ahí congregada aparecen sucesivamente como teñidos de amarillo, verde, rojo, azul, morado, en resumen un espectáculo a los ojos de cualquier mortal imposible de pensar solo mediante la intervención divina, así se repitió esto con duración de tres minutos en dos ocasiones más, todos los presentes refieren las crónicas tuvieron la sensación de que el sol se desprendería del firmamento y que se precipitaría sobre ellos, dentro del temor y la psicosis general empezó a generarse un sentimiento de paz y alegría, que convirtió los gritos de asombro o pánico en alabanzas y gritos de fe y misericordia, tal como lo había pedido la Virgen en los meses anteriores, posteriormente el resplandor normal del sol regresó.
Este suceso fue visto por más de 50 mil personas y otras más que se encontraban a una distancia aproximada de 20 kilómetros, pasada esta emoción cada persona notó que sus ropas totalmente mojadas por la pertinaz lluvia, estaban completamente secas como si nada hubiera ocurrido, pero mientras las personas veían este fenómeno, los tres pastorcitos vivían una visión diferente, donde la Virgen quiso dejar a través de estos niños un mensaje de amor pero sobre todo de advertencia ante los peligros inminentes que ocurrirían en el mundo al iniciarse el siglo XX ya que advirtió de los grandes dolores que se vivirían con la guerra y los desastres que se ocasionarían (recordemos que estaba a meses para la revolución bolchevique donde el Gobierno zarista caería bajo las fuerzas revolucionarias que instalarían en Rusia el gobierno comunista que se esparciría por gran parte del mundo)
Aclaró en su mensaje a los pastorcitos que el mundo se había alejado de Dios y que la soberbia inundaba los corazones de los hombres, por esa razón encomiaba al género humano a reflexionar sobre su accionar y a pedir a Dios por la conversión del género humano teniendo el arma más poderosa como lo es el rosario y considerarlo como una poderosa arma de excelentes beneficios para la humanidad entera.
Pasaron ya 103 años de este suceso, nosotros no vivimos este gran milagro del sol, pero si recibimos y es actual el mensaje de la virgen hacia el accionar humano, definitivamente la pandemia actual que vivimos en este 2020, la violencia, las guerras, los desastres naturales han ocurrido y tal vez hubieran podido ser más devastadores , incluso el atentado a un pontífice tal como se señalaba en uno de sus mensajes ocurrió justamente un 13 de mayo de 1981 día de Nuestra Señora de Fátima, todas estas son pruebas que nos mueve a reflexionar sobre la importancia de este mensaje que hoy toma mucha mayor actualidad donde el llamado a la oración en nuestra vida debe ser un común en ella y pueda cambiar la soberbia por la humildad y el desinterés por el amor al prójimo., la solidaridad y la benevolencia tal como se lo hizo saber a unos niños en esa gruta de Portugal para ser propagado a todo el mundo.
“Cuando la tormenta pase, le pido a Dios apenado, que nos devuelva mejores de lo que nos había soñado…”