El presidente de Estados Unidos envió al Congreso un plan de reforma migratoria que incluye además un sistema de concesión de visas basado en el mérito
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere que una futura reforma migratoria incluya la construcción “completa” del muro en la frontera con México y un sistema de concesión de visas basado en el mérito, según su plan de principios enviado al Congreso.
El plan de Trump aboga también por un aumento en el costo de los visados para financiar la mejora de la seguridad fronteriza, el retorno “ágil” a sus países de los menores que llegan solos a Estados Unidos, en su mayoría centroamericanos, y el fin del “abuso” del sistema de concesión de asilo.
Además, el presidente plantea mejorar el cumplimiento y la aplicación de las leyes migratorias con la contratación de 10 mil agentes más para la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y 300 fiscales federales adicionales.
Según recoge el borrador al que tuvo acceso EFE, el Gobierno de Trump está dispuesto a trabajar con el Congreso para lograr “tres objetivos”: garantizar admisiones en Estados Unidos “seguras y legales”, defender “la seguridad” del país y “proteger a los trabajadores y contribuyentes estadunidenses”.
Trump cree que “es imperativa la completa construcción del muro”, comentó a EFE bajo anonimato un alto funcionario de la Casa Blanca.
Y así figura en el plan de principios de Trump, donde el primer punto del apartado de seguridad fronteriza es la “financiación y construcción completa del muro en la frontera sur”, una idea que rechaza totalmente la oposición demócrata.
En cuanto al fomento de una inmigración basado en el mérito, la propuesta de Trump contempla, sin dar cifras, poner límites a los permisos de residencia o “green cards” para cónyuges e hijos menores de edad de aquellos que ya viven en EU, así como crear un sistema de puntos para obtener esas tarjetas.
En agosto pasado, Trump ya respaldó un proyecto de ley de los senadores republicanos Tom Cotton y David Perdue que pretende reducir a la mitad la entrada de inmigrantes legales a Estados Unidos a lo largo de la próxima década a través de la reducción en la concesión de tarjetas de residencia.
Junto con la seguridad fronteriza y el cambio en los parámetros de aceptación de inmigrantes, el plan de Trump enfatiza la necesidad de “hacer cumplir” las leyes migratorias y llevar a cabo reformas para la “rápida salida” del país de aquellos que se quedan más tiempo del permitido por su visa.
“Ahora simplemente no tenemos las herramientas” para garantizar el cumplimiento de las leyes, según detalló el alto funcionario al argumentar la necesidad de contratar a más agentes y abogados para el ICE, jueces de inmigración y fiscales federales.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, adelantó esta semana que Trump iba a presentar en breve su plan con “principios específicos” que le “gustaría ver en una reforma migratoria responsable” redactada por el Congreso.
En la propuesta enviada al Congreso no figura específicamente la búsqueda de una solución para los 800 mil jóvenes indocumentados que han evitado la deportación y obtenido permisos de trabajo gracias a DACA, un programa ejecutivo al que Trump puso fin en septiembre.
No obstante, Trump ha hablado con los líderes demócratas en el Senado, Chuck Schumer, y en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo para reemplazar DACA, pero hasta ahora no se ha informado de ningún avance.
El alto funcionario insistió a EFE en que es necesario que el Congreso elabore una legislación para los beneficiarios de DACA y anotó que a la Casa Blanca le gustaría que eso ocurra “lo antes posible”.