Volkswagen dejará de vender motores gasolina y diésel en 2035

Volkswagen tiene previsto dejar de vender coches con motores de combustión interna, gasolina o diésel, en 2035 como máximo. A partir de entonces solo venderá coches eléctricos de batería.

Algo más tarde, la marca alemana prevé hacer lo mismo en Estados Unidos y China. Fue el máximo responsable de ventas y marketing de Volkswagen, Klaus Zellmer, quien lo explicó en una entrevista al Muenchner Merkur.

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“En Europa, eliminaremos los vehículos de combustión interna entre 2033 y 2035, y en Estados Unidos y China algo más tarde. En América del Sur y África, se necesitará mucho más tiempo”.

Las declaraciones de Zellmer suponen un futuro muy negro para los coches de gasolina y diésel. En ese sentido va incluso más allá que Audi. La firma de Ingolstadt no puso fecha de caducidad a esos motores, se limitó a anunciar que para 2026 todos sus nuevos modelos serían eléctricos. Básicamente, los Audi gasolina y diésel en venta en 2026 se mantendrán en el catálogo de la marca mientras haya demanda.

Se habla de una reducción del 60 % de las emisiones medias de CO2 para 2030 e incluso de unas emisiones cero para 2030. Para cumplir con emisiones cero, la solución más rápida es el coche eléctrico.

En Volkswagen calculan que la proporción de coches eléctricos de batería en las ventas totales de la marca alcanzarán el 70% en 2030. Sin embargo, Zellmer explica en la misma entrevista que “hay que dejar un cierto margen de maniobra en lo que respecta a los motores de combustión y los vehículos eléctricos de batería. Al final, la libertad de elección siempre recae en el cliente”.

Para Zellmer, habrá mercados en los que, en una primera fase, sólo se permitirán los vehículos eléctricos de batería. Pero también habrá mercados en los que “los coches eléctricos de batería no tendrían mucho sentido desde el punto de vista ecológico, porque en el futuro la electricidad también se generará principalmente con carbón”, explicó Zellmer.

Volkswagen y el coche eléctrico: un mensaje confuso

Por un lado, en Volkswagen nos aseguran querer vender solo coches eléctricos, pero al mismo tiempo reconocen que en ocasiones no es el coche más ecológico y que hay que dejar la libertad de elección al cliente final, según Zellmer. Al final, el mensaje que se envía es confuso y refleja muy bien la incertidumbre con la que navegan las marcas.

Por una parte se teme que la UE acabe imponiendo el coche eléctrico, ya sea de batería o de pila de combustible (de hidrógeno), y por otra parte se teme que el mercado no esté de acuerdo con esa premisa. Las ventas de coches eléctricos siguen creciendo en Europa. Pero todavía están lejos de alcanzar un volumen realmente significativo en términos de volumen para los fabricantes.

Por ejemplo, en el primer trimestre de 2021 se vendieron 202.410 coches eléctricos en el continente europeo. Pero tan solo 11.983 Volkswagen ID.3 fueron matriculados, muy lejos de lo que vendió Tesla (30.500 unidades) y algo por detrás del Renault Zoe (12.200 unidades) y apenas por delante del Hyundai Kona Electrico.

En el mismo trimestre se vendieron 458.685 compactos con motores de combustión interna (incluidas las versiones híbridas enchufables). En el caso de Volkswagen, fueron más de 58.000 unidades del Golf 8. Y hablamos solo de compactos, no mencionamos el millón de SUV, aproximadamente , que se vendieron en el primer trimestre de 2021.

La tendencia es al alza, ciertamente, pero no es tan rápida como se pensaba. Además, hay que añadir la apuesta de Europa por el hidrógeno. Y si el hidrógeno termina por hacerse un hueco en el transporte por carretera, acompañado por el necesario desarrollo de las infraestructuras de repostaje, los coches eléctricos de pila de combustible podrían tener más futuro de lo que pensamos.

Al mismo tiempo, marcas del grupo Volkswagen, como Audi y Porsche, están desarrollando combustibles sintéticos (llamados también e-fuels), captando el CO2 existente, para volver a liberarlo en la combustión en un motor de gasolina o diésel. Y así consiguiendo la tan deseada neutralidad CO2.

Al final, las declaraciones de Zellmer, que dejan la puerta abierta al motor de combustión, son el reflejo de la espesa niebla en la que se mueven los fabricantes en cuanto a la movilidad del futuro. Por eso muchos fabricantes no se cierran a ninguna eventualidad. Volkswagen, en cambio, lo apostó todo al eléctrico de batería, con la inmensa inversión que esto supone.

Solo han dejado la puerta abierta al motor de combustión interna y los e-fuels vía otras marcas del grupo, como escondiendose, y cerrando la puerta al hidrógeno. Y al final, en Volkswagen necesitan que como automovilistas adoptemos cuanto antes el coche eléctrico y por tanto que compremos Volkswagen ID.3 y Volkswagen ID.4 y los ID que están por llegar. Solo así se entienden las declaraciones de Zellmer.

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