Simples Deducciones
Laura es una lectora constante de mis columnas, sin conocerme me contactó para compartir su historia y sobre todo para cuestionarme y a los lectores. Con 32 años de edad, maestra de profesión y estudiante de psicología, asegura que admira a las parejas estables, pero no a las que suben fotos en redes sociales, que presumen su boda y luna de miel, y se toman selfies para decir que llevan un mes de casados, o dos y que se aman, no, admira a las que en verdad son felices hoy en día, que si tienen diferencias las solucionan hablando, que se entienden y admiran mutuamente, “no conozco parejas así, te digo que a veces dudo de su existencia, pero en el fondo deseo que si haya personas con esa dicha, eso sería admirable”.
Le comparto a Laura que en mi opinión es una problemática social actual, el índice de divorcios, el incremento de lo que comúnmente se le conoce como familias disfuncionales, madres o padres de familia solteros que se casan jóvenes, tienen hijos y se divorcian muy rápido, las causas son complejas pero aun así creo que el amor existe y que puede durar mucho tiempo, sino es que para siempre, me rehúso a creer que las parejas no se mantienen por amor sino sólo por interés, a pensar que todas las parejas tienen conflictos fuertes que constantemente los hacen creer que el divorcio es una opción.
Laura toma su taza de café, se me queda viendo y antes de darle un sorbo me dice: “Yo antes era como tú, ojalá me equivoque pero la vida te va a enseñar; no se trata de cuestión de sexo, si los hombres son infieles, si las mujeres somos difíciles, no, creo que en general entendernos entre dos personas es complicado, amar o mejor dicho, demostrar que amamos al otro no es fácil”, en ese momento la interrumpo y la cuestiono sobre por qué nos cuesta tanto trabajo demostrar el afecto, lo que sentimos.
“Mira, no es que nos cueste trabajo demostrarlo, el tema es justamente que no nos entendemos, a mi mis dos ex parejas, con las que en cierta etapa de mi vida viví un tiempo en unión libre, me decían que soy muy fría, poco demostrativa, que no era empalagosa como otras mujeres, cosas así, pero tú lo sabes mejor que yo, si la comunicación no se da digamos en el mismo idioma, que ambos lo entiendan, pues no es posible que haya una comunicación; yo me cuestioné sobre lo de que soy fría pero sabes no es eso, lo que pasó es que mi forma de demostrar amor no era igual al concepto que ellos tenían”.
En algo coincidimos, en nuestro país, las parejas de antes, como algunos de nuestros padres y madres, pero principalmente, las parejas de abuelos y generaciones pasadas tenían otra dinámica, no se pueden comparar con las de los tiempos actuales; el machismo predominaba de manera muy palpable, las mujeres tenían que “aguantar” casi cualquier cosa, porque el hombre les daba un apellido, estabilidad económica, por el “qué dirán” y una gran cantidad de factores, hoy en día eso ha disminuido considerablemente, formar una pareja actualmente implica sacrificios o “aguantar” varias conductas o acciones de con quien decides compartir tu vida, pero se aplica casi igual para ambos integrantes de la misma, no nada más para la mujer.
Analizo lo que Laura me ha contado y pienso que quizá no ha encontrado un alma que la haga sentir plena, pero luego comienzo a recorrer mentalmente a quienes ya han formado una vida con su pareja y coincido en que muchas de las veces se trata de una vida de apariencias; comparten fotos diariamente de viajes, comidas en restaurantes pero jamás nos hablan de los problemas que como pareja enfrentan, porque es obvio que debe haber algunos desacuerdos, del cómo lo solventan, más allá del amor, cómo logran esa etapa de consolidación.
Desafortunadamente pareciera que muchas parejas hoy en día se aferran a su relación por factores que nada tienen que ver con amor, que es sólo acoplarse a la moda de que el gasto de la boda valió la pena y que no fue una errónea decisión casarse, que no quieren “perder” a sus hijos, o dividir sus bienes, aunque al interior del hogar, los roces entre ambos les provoquen querer salir corriendo y huir.
Las relaciones humanas son difíciles en sí; es fácil salir mal o no estar de acuerdo en algo con un amigo de toda la vida, con un familiar y por ende es más sencillo tener conflictos con tu pareja, pero creo firmemente en que es posible encontrar alguien con quien si te entiendas, el reto es hallar a esa persona. Recuerdo que cada quien escribimos nuestra propia historia y para ello el tiempo nos permitirá forjar una opinión muy nuestra. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo Juanfechavez@gmail.com