Chef Betty Vázquez: la mexicana que cambió los aviones por la cocina

La reconocida chef Betty Vázquez conversó con Alto Nivel sobre sus inicios en las artes culinarias y sobre su visión de la cocina como promotor del turismo en Nayarit y el país.

Betty Vázquez González, conocida simplemente como la Chef Betty, parecía tener la vida resuelta al terminar de estudiar la carrera de Control Aéreo y Aviación. A los 22 años, trabajaba en la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y sus días transcurrían en el aeropuerto de Guadalajara, pero descubrió en 1981 que su carrera de altos vuelos carecía de un ingrediente: felicidad.

Publicidad

“Por inquietud me metí en una carrera que terminé, pero no me hizo feliz. Encontré la sanación a mi frustración y mi enojo en la cocina… Cambié mi carrera de piloto a piloto de estufa”, confiesa en entrevista Beatriz Vázquez, chef nayarita que ha sido reconocida en México y el mundo por sus creaciones culinarias.

Así fue como comenzó a trabajar en la industria de la hospitalidad y reconoció cada área de los hoteles, pero siempre llegaba al mismo lugar: la cocina. El templo de los olores y sabores se convirtió en lugar donde ha pasado su vida.

La cocina no resultó un camino sencillo en aquel momento. El padre de Beatriz no aceptó pagar una segunda carrera para su hija, así que, como mesera, obtuvo cada peso que le permitió cumplir su sueño en el extranjero, ya que no existían escuelas especializadas en el conocimiento culinario en México, mientras que las mujeres que incursionaban en las cocinas profesionales eran escasas.

En 1985, Vázquez llegó a estudiar a Europa y enfrentó el reto de hablar un idioma distinto para descubrir los secretos detrás de los recetarios.

Hoy, la Chef Betty, como le gusta ser llamada a la juez del reality show MasterChef, se ha convertido en embajadora de su estado y busca que la política turística incluya a la cocina como uno de los ingredientes principales para enamorar a nacionales y extranjeros.

La Chef Betty nació en Tepic, pero su amor por la gente y las bellezas de la naturaleza la han llevado a vivir durante 37 años en San Blas. La chef ha aprendido a amar el estado que la vio nacer y disfruta describir los destinos turísticos como si fueran los ingredientes de una receta familiar celosamente guardada.

Ceviche, pulpos y salsas adornan las mesas de los comensales y son parte de la carta de presentación de Beatriz frente al mundo. Una cocina llena de sabor a mar.

Betty recuerda que su primer viaje sin la compañía de su familia fue a Estados Unidos, cuando apenas tenía 12 años de edad. Así abrió su mente y la visión hacia nuevos proyectos.

Su inquietud fue la responsable de hacerle llegar a Europa a estudiar cocina y hacer equipo con aspirantes a chef de todo el mundo. Un camino que no resultaba sencillo para la mexicana, pero que logro superar.

Durante tres años, Betty trabajó atendiendo mesas de restaurantes para sumar propinas y sueldo como parte de los recursos necesarios para salir del país. “Mis horas más felices han sido en la cocina”.

Vázquez González se convirtió en una chef reconocida en el extranjero y, después, en México. Las publicaciones fuera del país comenzaron a hablar de una chef mexicana, como fue el caso del New York Times.

En 1994, restaurante Estoril, en Polanco, la invitó a presentar sus platillos durante septiembre. Ahí comenzó su fama en los periódicos mexicanos.

En la actualidad, la chef atiende la cocina del restaurante del Hotel Garza Canela, negocio familiar que se encuentra ubicado en San Blas, Nayarit, y es atendido por sus hermanas y hermano.

El hotel era una casa de descanso que, con el paso de los años, se integró a la industria de la hospitalidad.

Aunque las horas y los días más felices también se han opacado con malas noticias en el restaurante.

 

“Siempre fui una niña extremadamente inquieta, que vivía de castigo en castigo y era muy viajera. A mis papás les tengo que agradecer que tuvieron la suficiente locura de dejarme viajar desde muy niña y sola”, dice la reconocida chef.

 

Disciplina para cocinar

El domingo 16 de agosto de 2010, por la mañana, Betty servía el desayuno en el restaurante del hotel, y ahí fue informada de una muy mala noticia: su padre había muerto.

Ese mismo día recibía a un grupo de periodistas que visitaban Nayarit y la opción era cancelar la visita por el restaurante, aunque la chef decidió lo contrario y recibió a los invitados. “Les dije que mi padre había muerto y lo íbamos ir a cremar, pero que esa tarde los vería”.

La chef nayarita adoptó los tiempos y la disciplina como si aprobará la salida o llegada de un vuelo. Y reconoce que la cocina también tiene responsabilidades que no se pueden dejar de lado.

La nayarita enfrenta el reto de sorprender a los comensales todos los días y reinventar los platillos que cocina. “No puede bajar la guardia ni dormirme en mis laureles, ya que siempre hay algo más que se puede hacer. La cocina es disciplina”.

Betty Vázquez, quien participa con los empresarios de Riviera Nayarit, cree que la cocina puede hacer algo por México. “El turismo gastronómico es la salvación para el país”.

En la actualidad, la Chef Betty se reconoce como una persona más sensible en comparación de cuando realizaba sus logros profesionales en la aviación.

La Chef Betty Vázquez no se arrepiente de haber dejado los aviones y vestir con un delantal, ya que ha descubierto las delicias de la felicidad. “Ha sido un matrimonio entendido y tenemos un hijo pequeño que es el restaurante, al cual no podemos dejar de cuidar, pero somos felices mi hijo y mi marido celoso que es la cocina. Es una familia que me da muchísimas satisfacciones”.

 

Publicidad