Véritas Liberabit Vos
A veces son líderes porque quieren serlo y otras lo son a pesar de sí mismos. Con frecuencia ejercen su liderazgo como miembros de un equipo, en tareas comunes o colectivas y pueden ser así líderes de acuerdo a la actividad o rol que desempeñan.
Por eso se presenta la disyuntiva ya trillada de si ¿El líder nace o se hace? Y así encontramos que antes, muchos líderes nacían para tal condición, ahora los líderes se hacen compitiendo y capacitándose. Algunas personas tienen cualidades que permiten y favorecen el ejercicio del liderato. Unas de las principales características de los líderes es que deben mantenerse fuertes y trabajar con insólita dedicación, estar más inclinados que los demás a relacionar entre sí a las cosas y a las personas, a delinear patrones de comportamiento colectivo y a mostrar una originalidad e innovación en las materias que abordan, tienen la costumbre de ver la situación como un todo, de preocuparse en exceso de valores y propósitos y tienden a preguntar mas ¿por qué? que ¿Cómo? Y especialmente por ser optimistas y por tener más en su vocabulario la pregunta ¿por qué no?, desarrollar ese carisma que inspire confianza y empatía.
Además el líder necesita entender sus propósitos y sus instrumentos y esa información no viene de los genes, tiene que ser aprendida. Capacitar para el liderazgo y proporcionar los elementos que se requieren para ejercerlo es responsabilidad de la Educación en su más alto nivel. Lamentablemente los sistemas educativos tradicionales no proporcionan la clase de educación que requiere el liderazgo moderno, el conocimiento cada día es más especializado, los avances tecnológicos y las tendencias sociales del mundo actual generan un gran número de “expertos” especialistas mal coordinados u orientados, tal como con los antiguos sofistas, nunca saben suficiente de la totalidad, ni están conscientes de esa limitación.
Todos los problemas reales del mundo son complejos, interdisciplinarios, transversales, los líderes en consecuencia tienen que ser coordinadores de especialistas, y estar muy conscientes de ello, no se puede improvisar, deben de tener en su mente una imagen diáfana del camino planteado y de las posibles rutas alternas que deberá tomar si hay algún cambio en el desarrollo. Los líderes por función deben ser generalistas, y esta es también una de las características que no se encuentra fácilmente en los procesos educativos donde se proporcione una escalera generalista para llegar al liderato, debemos de salir del enfoque de un conocimiento solo informativo, hay que convertirlo en un conocimiento valioso para enfrentar la vida y sus problemas
Se llega al liderato desde una especialidad y se avanza asumiendo actividades cada vez más amplias que exigen una mayor preocupación y entrega por el todo, convertirse en un líder es un cambio de vida exigente, abrumador y de entrega hacia una causa noble, justa y de servicio, tal como lo es en este caso el liderazgo académico.
La Educación para el Liderazgo tal como lo propone la Reforma Educativa, tiene que ayudar a pensar en forma integradora, ha de ser educación para el análisis estratégico que proporcione una amplia capacidad de comprensión, educación teórica y práctica para conseguir que las partes formen un todo, para así, relacionar métodos, disciplinas, técnicas y conocimientos dispares, acordes con el pensamiento actual de un conocimiento global, sustentada en valores y formación humana.
El reto es grande, la dificultad para lograrlo probablemente es uno de los principales problemas que encara la moderna sociedad, y que en todas sus líneas viene contemplado en la actual Reforma Educativa que intenta avanzar hacia un Liderazgo académico que basándose en la preparación del maestro se vea reflejado en las aulas y por ende en los índices académicos de cada uno de los educandos.