El cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México, defiende la postura de la Iglesia católica: ni retrógradas ni discriminatorios, dice
En su editorial de este domingo, la Arquidiócesis Primada de México llamó “miopes” a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de que el pasado 3 de junio determinaran que es inconstitucional para cualquier estado del país considerar en su ley que el matrimonio es exclusivo entre un hombre y una mujer, y su finalidad sea la procreación.
En tanto, desde el púlpito en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera respaldó dicha postura, y defendió que la convicción de la Iglesia católica sobre el modelo de la familia no es ni retrógrada ni discriminatoria.
“Los obispos mexicanos somos juzgados por algunos como retrógradas y discriminadores sólo porque defendemos una institución sagrada: la familia; porque expresamos nuestra convicción sobre el matrimonio a propósito del dictamen de la Suprema Corte, donde se opone a que el matrimonio sea considerado para la procreación y que se defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer”, dijo el arzobispo primado.
En el semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis a cargo del cardenal Rivera Carrera publicó que “la limitada visión del máximo tribunal” del país “conlleva un serio peligro relativista, de carácter antropológico, que disuelve el sentido del matrimonio como el origen de una comunidad esencial para la sobrevivencia social: la familia”.
“El sí matrimonial del hombre y la mujer abre la posibilidad del futuro que implica la ayuda mutua y de apertura a la vida como genuino sentido de la trascendencia; en el fondo, y es lo que, por su miope visión, los ministros de la Corte se niegan a reconocer, el contrato matrimonial rebasa al simple consentimiento del ‘sí’ para que, desde la complementariedad hombre-mujer se adquiera el sentido de responsabilidad social que sólo esta institución puede generar”.