El festival se lleva a cabo desde 1995 para celebrar el inicio del verano, y reúne a cientos de miles de comensales que consumen este animal sin tapujos.
Yang Xiaoyun, una activista de 65 años, viajó dos mil kilómetros desde Tianjin y pagó un monto superior a los mil cien dólares para comprar un centenar de perros y evitar con esto que fueran cocinados en el Festival de la Carne de Perro de la ciudad de Yulin, en el sur de China, en el que cada año se consumen entre 10 y 15 mil caninos.
El festival se lleva a cabo desde 1995 para celebrar el inicio del verano, y reúne a cientos de miles de comensales que consumen este animal sin tapujos.
Activistas advierten que muchos de los animales sacrificados en la festividad son mascotas robadas en ciudades cercanas, por lo que llevan años pidiendo a las autoridades que suspendan su realización.
Si bien en China el consumo de perro es algo tradicional, expertos en nutrición consideran que al ingesta de un animal que no fue criado como ganado puede significar riesgos a la salud para los humanos.
Ante el aumento año con año de las críticas, el gobierno chino se ha deslindado este del evento al declarar que nunca lo ha apoyado con recursos oficiales, mientras que los organizadores afirman que tiene un importa