Jorge Villegas es un inmigrante mexicano que se ha convertido en el latino de más alto rango en la corporación
Hace tres meses Jorge Villegas se mudó al décimo piso, el más alto del edificio central de la Policía de Los Ángeles (LAPD), para ocupar el cargo más alto que un latino haya alcanzado dentro de la corporación.
El jefe Villegas es el número dos del LAPD y está encargado del 78% de las operaciones policíacas en la ciudad con más de 7,900 hombres y mujeres bajo su mando.
Pero para llegar a lo más alto tuvieron que pasar 26 años, un camino ascendente nada fácil y menos para alguien que llegó a este país como indocumentado.
Sus padres, también indocumentados, lo trajeron de México a Los Ángeles cuando tenía 3 años de edad.
A principios de la década de los 70 sus padres regularizaron su situación migratoria y le inculcaron que los valores familiares y la educación eran lo más importante para salir adelante.
Nació en Ixtlán del Río, Nayarit, hace 49 años, pero creció en el vecindario de Echo Park, donde dice que tuvo muchas experiencias buenas con la Policía, lo que motivó que años más tarde decidiera vestirse de azul.
“Además me gustaba mucho ver los programas de televisión de Adam 12 y CHiPs, fueron una gran influencia para convertirme en policía”, comentó.
Pese al ambiente de pandillas que se vivía en su vecindario, Villegas no tuvo tiempo para andar en malos pasos porque sus padres eran muy estrictos y lo mantenían estudiando.
Jorge Villegas tenía apenas tres años como policía cuando ocurrieron los disturbios en Sur Los Ángeles que pusieron en jaque al LAPD.
“Fueron momentos difíciles, yo estaba confundido por la decisión de haberme convertido en policía, pero fueron momentos de los que teníamos que aprender y conocer más a la comunidad”.
En esos años fue cuando le tocó disparar por primera vez su arma al ser víctima de una ataque.
“Por suerte no me dieron y gracias a Dios que yo tampoco le di, porque no fue necesario, se entregó”.
El máximo jefe latino en el LAPD recuerda que el momento que lo hizo reconocer su vocación de servicio a la comunidad fue durante una reunión que en 1995 tuvo con residentes de Panorama City.
“Había como 50 personas que escuchaban, pero que no le entendían a un jefe policíaco que les hablaba en inglés, yo empecé a hablarles en español y al terminar la reunión se me acercaron para agradecerme y a pedirme que les ayudara, ahí fue cuando me di cuenta que podía ayudarles”.
Por eso el ocupar la segunda posición de más alto rango en la corporación representa una oportunidad para que el LAPD tenga una mejor relación con la comunidad.
“Es importante para la comunidad hispana, porque por muchos años no tenían a alguien en la policía que se pareciera a ellos, que hablara su idioma y que entendiera su cultura y los problemas que como inmigrantes pasan cuando llegan, porque yo fui un inmigrante indocumentado”.
Villegas está consciente que podría convertirse en el primer latino en ser el jefe del LAPD, pero considera que hay muchos otros que podrían llegar a la máxima posición.
“No creo que sea necesario que un latino sea el jefe del LAPD, lo que creo que es importante es que el jefe reconozca que en Los Ángeles hay muchas culturas, idiomas y que tenga orientación y poder para relacionarse con la comunidad”.
Asegura que la decisión de que un latino encabece el LAPD corresponde al alcalde y que, así como a él lo proponen, hay varios latinos y mujeres que están preparados y listos para ello.