Por querer aprovechar su embarazo para hacer -lo que bien podría ser- una campaña publicitaria de fármacos, la siempre polémica Kim Kardashian, de 34 años, fue amonestada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos, luego de promocionar sin responsabilidad un frasco de píldoras contra las náuseas.

De manera que la FDA (Administración de Drogas y Comida de EU) pidió a la socialité que eliminara la fotografía colgada en Instagram, donde posa muy sonriente mientras muestra el medicamento Diclegis (usado para tratar náuseas matutinas durante el embarazo) y que estuvo acompañada del mensaje:

“Mi doctor me prescribió Diclegis. Me sentí mucho mejor y lo más importante es que no hay mayor riesgo para el bebé. Estoy tan emocionada y contenta con mis resultados que me voy a unir a Duchesnay USA para crear conciencia sobre el tratamiento del malestar matutino durante el embarazo”, escribió Kim junto a un enlace que direccionaba al sitio web del fabricante.

Sin embargo, su publicación tuvo que ser eliminada, ya que la esposa de Kanye West olvidó mencionar los riesgos relacionados con las píldoras, ya que el posteo implica que el producto es seguro y sin síntomas secundarios.