Como si tratara de un pasaje bíblico, la compañía Thoth Technology Inc propuso la construcción de una torre inflable de por lo menos 20 kilómetros de altura con un elevador eléctrico en su interior. La empresa canadiense acaba de conseguir la patente en Estados Unidos y Reino Unido para llevar a cabo su sueño.
El propósito principal de la torre es poder llevar una nave y su tripulación a la cima de la torre por un ascensor y desde una plataforma ubicada en el techo de la torre se lance la nave hacia el espacio. De esta manera, podrá iniciar su vuelo de forma horizontal, evitando el gasto de combustible que supone vencer a la gravedad terrestre y al roce con la atmósfera.
Brendan Quine es el inventor detrás del proyecto, cuya estructura se encuentre en la estratósfera y no más arriba en la órbita geoestacionaria, donde se encuentran los satélites.
La fase inicial consiste en construir un prototipo de 1.5km; Quine calcula cerca de cinco años en terminarla .
Más adelante, la empresa contempla también permitir la visita de turistas a la torre para que puedan experimentar condiciones similares a las del espacio pero sin la falta de gravedad.