Parece imposible no recordar el insípido momento que vivió Saúl Álvarez ante Floyd Mayweather Jr., en el cual, de acuerdo a las palabras de Miguel Ángel Cotto, el pugilista nacional “lució como un novato”. Ahora, Canelo enfrentará una muralla boricua que luce como su segundo gran reto en busca de consolidarse, lo cual no asusta al mexicano, quien asegura no tener miedo.
“Mi mentalidad es ganadora y en esta ocasión es igual. Me preparo para ganar y me subiré al ring a hacerlo. No hay espacio para tropiezos. Por mi cabeza no ha pasado por ningún momento la derrota porque sé que estamos de vuelta, es mi momento y hay que mantener una mentalidad ganadora; me preparo para salir ganador y así lo haré en noviembre”, declaró el boxeador.
En semanas recientes, el equipo de Canelo aseveró que el puertorriqueño había enfrentado bultos en sus últimas peleas, además, cuestionaron el trabajo de su entrenador Freddie Roach. Ante esto, Saúl prefiere no opinar y esperará a que sean sus puños los que hablen el próximo 21 de noviembre.
“Me he caracterizado por mantenerme callado antes de mis enfrentamientos, soy de las personas que respeta a sus rivales abajo del ring. Cuando el verdadero momento llegue y esté con él cara a cara en el cuadrilátero, las consideraciones quedarán a un lado”, aseveró.
Falta más de un mes para que el jalisciense pise el ring del Mandalay Bay, en Las Vegas, con el firme objetivo de consolidarse como el mejor pugilista de su división, situación que lo mantiene afinando los últimos detalles para llegar a la pelea con los guantes cargados de pólvora.
“Hemos realizado un análisis a conciencia para poder imponer nuestras condiciones, pero si el ritmo de la batalla presenta otras pruebas, estamos preparados para resolver cualquier circunstancia”, agregó el joven pugilista.
El Canelo asegura estar realizando un entrenamiento completo, sin obviar nada porque sabe que Cotto es un peleador con mucha experiencia. “Miguel Ángel es uno de los pugilistas más completos. Esta idea nos ha llevado a enfocarnos hasta en lo más mínimo, con el objetivo de contrarrestar el plan de trabajo que presente en el cuadrilátero y revertirlo”, finalizó.