Sanar a través de las emociones es posible

Sanar el cuerpo a través de la mente con emociones positivas

¿Te ha pasado que descubres un dolor en tu cuerpo de cuál desconoces la causa? O ¿sientes que te enfermas muy seguido? ¿Te duele el estómago sin haber comido nada extraño?

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“La mente, las emociones y el cuerpo están íntimamente relacionados, formando un sistema integrado que cuando se mantiene en equilibrio da como resultado una salud óptima”, señala a Efe, el psicólogo Óscar Asorey, director de ISEP Clínic (http://isepclinic.es/centros) en Reus y Tarragona (España).

Es simple. Las emociones positivas, como la alegría y el amor, ayudan  a mantenernos sanos; pero las negativas, como el miedo y la tristeza,  fomentan que enfermemos.  Eso sí, no todas las emociones negativas son malas. Aunque las emociones como el miedo-ansiedad y la tristeza-depresión provocan reacciones desagradables en la persona y una alta activación fisiológica, no debemos considerarlas negativas porque ayudan a dar respuesta a una situación determinada y a adaptarse. Por ejemplo, ante una situación de peligro, el miedo te ayuda a salir de dicho riesgo y evitar sufrir algún daño.

Lo malo es que “cuando la experiencia emocional es de larga duración y alta intensidad o frecuencia,  pierde su valor adaptativo y se convierte en una emoción patológica que podría inducir o acompañar a trastornos relacionados con la salud mental (depresión, ira desmedida) o alteraciones médicas (trastornos cardiovasculares, reumatológicos o inmunológicos entre otros)”, asegura Asorey.

¿Cómo sanar a través de las emociones?

“Algunos estudios científicos relacionan la presencia de las emociones agradables o positivas con la salud, e incluso con la longevidad, y apuntan a que también tienen un efecto neutralizador de la influencia física de las emociones negativas,  mejorando la respuesta vascular, neuroendocrina o inmunológica”, según Òscar Asorey. Éstas son las razones:

Las buenas sensaciones van acompañadas de reacciones sobre los sistemas inmunológico y neuroendocrino y optimizan los procesos biológicos de recuperación, generando mayor bienestar, ayudando a que aparezcan cambios sobre la respuesta a la enfermedad y también mejorando los hábitos de autocuidado y la adhesión a las pautas médicas.

Incrementan las capacidades creativas y de resolución, y mejoran su productividad y la solución de los problemas.

Con un humor mejorado y una capacidad positiva para pensar, la persona está más dispuesta a mantener relaciones sociales saludables, compartiendo tiempo, espacio, conversación y afecto.

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