La Comisión Interamericana de Derechos Humanos calificó esta práctica como discriminatoria, pues no se aplica con menores centroamericanos
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió a Estados Unidos detener la deportación automática de menores mexicanos que viajan solos y en forma indocumentada, al considerar que se violan sus derechos.
Organizaciones de la sociedad civil calificaron como discriminatoria esta práctica debido a que el procesamiento de estos menores difiere en mucho del trato que se les da a los menores indocumentados que viajan solos desde Centroamérica.
La comisionada Rosa María Ortiz, de la Relatoría sobre los Derechos de la Niñez, expuso que los niños mexicanos deportados de manera automática enfrentan igualmente riesgos adicionales derivados del hecho de que en ocasiones estas deportaciones ocurren en altas horas de la noche.
Ortiz reveló igualmente que muchos niños mexicanos son enviados a regiones distantes de sus lugares de origen y que la explicación de las autoridades estadunidenses ha sido que esto tiene como propósito evitar que intenten cruzar nuevamente la frontera.
“Esto atenta contra la protección del niño. Esta información es indicativa de prácticas violatorias de los derechos de los niños y del propio tratado de repatriación entre México y Estados Unidos”, denunció la abogada.
En rueda de prensa, durante la presentación del informe “Refugiados y migrantes en Estados Unidos: familias y niños no acompañados”, Ortiz expuso la preocupación de la CIDH sobre el impacto que tiene en estos grupos la política con que Washington ha respondido ante el aumento de estos cruces.
En su reporte, la CIDH -dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA)- dijo haber recibido información que indica que los menores no acompañados de origen mexicano son, en algunos casos, sujetos a devoluciones antes de ingresar en el territorio estadunidense.
De manera adicional hizo notar que funcionarios estadunidenses no logran identificar correctamente a los niños y niñas no acompañados mexicanos que puedan tener necesidades especiales de protección internacional.
Admitió que si bien el régimen jurídico al amparo del cual se llevan a cabo estas deportaciones es consistente con los estándares internacionales, preocupa “la falta de garantías de debido proceso y la falta de acceso a mecanismos de protección internacional” para los menores en el marco de sus procedimientos migratorios.
Ante esa situación, la CIDH instó a Estados Unidos “a poner fin a su práctica de la detención migratoria automática y arbitraria de familias; a tratar a niños y niñas mexicanos no acompañados con las mismas salvaguardas y procedimientos aplicables a los niños y niñas no acompañados procedentes de países no limítrofes”.
En su turno, el comisionado Felipe González, relator de la CIDH para migrantes, solicitó que se permita que haya un monitoreo independiente sobre la manera como se procesa a menores mexicanos y mejorar las condiciones en los centros de detención.
Durante la misma rueda de prensa, la secretaria adjunta para Política Migratoria del Departamento de Seguridad Nacional, Mary Giovagnoli, reconoció que el procesamiento de los niños mexicanos ha sido distinto, pero sin desatender las necesidades de protección que hubiera en algunos casos.
Sin embargo, Jennifer Podku, de la Comisión de Mujeres Refugiadas, dijo que su organización compartía las conclusiones de la CIDH de que la respuesta de Estados Unidos ante esta crisis humanitaria ha sido inapropiada.
Solicitó que el procesamiento de menores que buscan asilo no quede en manos de agentes del orden, sino de especialistas “y asegurarse de que los niños procedentes de México no sean discriminados, o colocados en situaciones de peligro a partir sólo de su ciudadanía”.