A una semana de su salida de una cárcel de Carolina del Sur el cantante mexicano aclaró versiones sobre por qué no ha concedido entrevistas hasta ahora
A una semana de su salida de una cárcel de Carolina del Sur el cantante mexicano Larry Hernández, rompió el silencio y dijo que ha sido «muy difícil y de mucho aprendizaje» la situación legal por la que atraviesa y aclaró versiones sobre por qué no ha concedido entrevistas hasta ahora.
En un video publicado en sus redes sociales el cantante reveló que debido al proceso judicial que enfrenta no puede dar declaraciones a medios de comunicación respecto al caso.
Hernández estuvo detenido varias semanas por el presunto secuestro y agresión al colaborador de un promotor de uno de sus espectáculos y ahora espera que continúe el proceso legal.
Agradeció a todos «los que han estado pendientes…gracias por sus oraciones, su cariño y buena vibra a todos mis fanáticos». Igualmente desmintió versiones de que esté negociando una entrevista exclusiva.
«Mi interés en ningún momento es obtener recursos económicos por una entrevista donde narre y reviva todo lo que ha sido para mi una pesadilla», dijo Hernández.
En su página oficial de Facebook encabezando su comunicado escribió: «GRACIAS GRACIAS GRACIAS a todos por sus oraciones y apoyo extrañaba mucho estar en contacto con todos ustedes que son el motor de esta carrera espero comprendan este comunicado».
El cantante el viernes pasado pagó una fianza de 200,00 dólares y puede continuar con sus compromisos laborales, pero tuvo que entregar su pasaporte a las autoridades mientras se desarrolla el proceso judicial. Deberá volver a presentarse en la corte el próximo 31 de diciembre.
La disputa fue motivada por la baja asistencia de público al espectáculo, razón por la cual Hernández no recibió la cifra acordada previamente de 30.000 dólares, sino solo 14.000. Hernández fue detenido el 25 de septiembre en California.
El promotor del espectáculo alega en su demanda, presentada en Newberry, que el cantante y otros dos acompañantes lo secuestraron y golpearon, aunque finalmente el agredido pudo llamar a la policía.