Varios de estos muchachos hoy sobreviven con sus buenas pensiones. Otros regresaron a México. Otros aún trabajan, y para variar, alguno que otro ha muerto. La principal ciudad que buscaban era Los Ángeles, donde los mexicanos eran inmediatamente contratados para trabajar en la zona metropolitana, como en restaurantes, talleres, gasolineras, minimercados, etcétera. Se apoyaban en otros mexicanos ya emigrados.
Raúl Montenegro e Ismael Sánchez platican
Dos de esos jóvenes tepicenses que emprendieron la aventura hacia Estados Unidos, Raúl Montenegro e Ismael Sánchez ya se habían conocido acá en Tepic, pues ambos jugaban futból amateur en diferentes equipos y categorías. Ya en Los Ángeles, frente al Teatro Million Dollar, se encontraron y saludaron. Se platicaron que había otros tepicenses que iban a echar “cascarita” a un campo del este, el “State Park” por donde vivía Ismael.
Raúl Montenegro, apodado “El Venado”, que luego cubriría la portería del equipo, se uniría al grupo que para ese entonces solamente jugaban entre ellos, “de apuestita”. De vez en cuando eran retados por equipos del estado de Jalisco o Michoacán y los nayaritas siempre salían victoriosos. Otra ocasión se armó un equipo para participar en un torneo organizado por la iglesia de los “Adelfos” el cual también ganaron. Corría el año de 1968.
Don Gildardo Pimienta y Rogelio “Tedy” Sánchez, pilares del Club Nayarit
Los precursores del futbol nayarita en California recuerdan con mucha nostalgia lo que hizo don Gildardo Pimienta por este grupo que llegó a campeonar en las fuertes ligas del fronterizo estado del norte. Don Gildardo, Gil Pimienta para sus amigos, era un hombre bueno, que se había ido de Tepic a Estados Unidos años antes, logrando adquirir una estación expendedora de gasolina y lubricantes. Su familia tenía en Tepic, para ese entonces, los sesenta, un almacén de mercerías que se llamaba “Novedades Pimienta” que se ubicaba por la calle Lerdo poniente.
Aunque no había nacido en Tepic, sino que lo trajeron de niño, e hizo su primaria y secundaria en esta capital nayarita, Gildardo ya se había establecido en Los Ángeles, y ayudaba mucho a la gente que llegaba de Nayarit, sobre todo dándoles trabajo o recomendándolos con amigos empresarios. Fue así que, por su calidad de persona, y por su gusto por el futbol, Gil Pimienta comienza a hablar de un equipo que militara en la Liga de California, para lo cual era menester organizarse y afiliarse con todos los requisitos.
Gildardo contactó a Montenegro y a Ismael Sánchez para que le ayudaran en el papeleo. Ellos también verían lo de la fianza para ingresar a la Liga de Futbol Amateur del Estado de California, lo de los fichajes, lo de canchas y cuotas. Cuando quedó todo arreglado, gracias al entusiasmo de todos ellos, y del resto de jugadores, nació el “Club Nayarit” que muy pronto ya estaba jugando contra fuertes equipos de mexicanos provenientes de los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán y del Distrito Federal.
Ismael Sánchez era jugador de cuadro, que tenía otros tres hermanos en aquel equipo pionero del que hablamos. Bonifacio, Teodoro y Rogelio Sánchez, todos ellos viviendo en Los Ángeles y jugando futból. Aquí ellos habían jugado para “Los Fresnos” por allá de 1963 y fueron campeones. De modo que ser campeones en California ya les sería muy familiar, pues estaban acostumbrados a triunfar. Rogelio “El Tedy” Sánchez” llegaría a militar en el futból profesional de la segunda división con el Deportivo Tepic como defensivo.
Se empieza a ganar trofeos
Ya como Club Nayarit y con su uniforme oficial de color verde con vivos amarillos, el conjunto gana un Cuadrangular. En 1968 ganan Torneo de Copa y en la temporada 1969- 1970 ganan El Torneo de Liga lo que les permite ascender a la Segunda Fuerza Californiana. El Club Nayarit para entonces, cobra fama de ser el mejor equipo por encima de clubes como El Salto, Imperio, El Salvador, y otros que eran los que ganaban los torneos antes de que aparecieran los nuestros.
A guisa del señor Gil Pimienta, llegan a Los Ángeles, directamente de Tepic, los jugadores Salvador “Chava” Jiménez, El Nicles, Aristeo Alfaro y Rogelio Sánchez, todos ellos exprofesionales. Pimienta les pagó el “coyote”, les dio trabajo y les preparó alojamiento.
Se unirían al equipo en donde ya militaban Marcos Gil, Sebastián Guerra, “Chimino”, Ibarreche.
Algunos nombres se pierden en la memoria. Otros perduran con su apodo. Por ejemplo, se acuerdan de un sinaloense, Rigoberto Ochoa, residente en Los Ángeles, que también era muy amigo del Club Nayarit, y que colaboraba dándoles empleo en una fábrica de partes para bombas de gasolina.
Cuando Gil Pimienta se va, se compra la franquicia
Gildardo Pimienta se retira de ser el principal promotor del Club Nayarit en 1970- 71 y le ofrece en venta la franquicia a Ismael Sánchez. Ya con la batuta de Ismael, y con el Tedy Sánchez de jugador, capitán y entrenador, de nuevo se consigue otro campeonato al que se le recuerda como el de “La Ciénega” por así llamarse el campo en donde se ganaron los puntos finales. Este logro los impulsó a la Liga Mayor, ya con el equipo completo, y aunque no se ganó el título, se estuvieron peleando siempre los primeros lugares, quedando en tercer sitio.
Por 1973 se juega también un torneo al que se le llamó “La Copa del Mayor”, mientras se milita en la Liga de California en la máxima categoría. Al Club Nayarit llegan y salen jugadores. Unos porque se van a otros equipos de la Liga, otros porque regresan a México y algunos más porque su edad ya no les permite jugar al fragoroso ritmo de la fuerte competencia californiana.
El equipo desaparece
Es así como Raúl Montenegro e Ismael Sánchez narran la pequeña historia del nacimiento de equipos nayaritas de futból en el estado de California. Las jornadas dominicales unían a los paisanos. Disfrutaban fiestas con música, comida y ambientes de nuestro estado.
Todo era de cooperación, de amistad, de colaborar entre nosotros, dicen emocionados estos dos tepiqueños que me han invitado a charlar con ellos.
Escogimos un restaurante de un céntrico hotel de Tepic. Raúl Montenegro “El Venado” es un hombre ya cercano a los 80 años de edad, pero con muy buena memoria, cano, grande como portero de futbol pues lo era, y tan tierno y sentimental que aún canta boleros románticos como en sus buenos tiempos. Usa el Facebook para comunicarse y lo hace tan bien como cualquier joven de edad escolar. Me ha etiquetado fotografías de aquellas épocas del futbol angelino. “El Venado” ya vive en Tepic, por el viejo barrio de la “20 de Noviembre”, de la avenida Allende poniente.
Ismael Sánchez cuenta con 74 años de edad, y también presume de una muy buena memoria, cuando menos para recordar esta etapa, para ellos inolvidable, del Club Nayarit. De sus otros hermanos, solo Rogelio “El Tedy” ya murió. Los otros viven emigrados también en California. Ismael vive aún en Los Ángeles, en donde tiene trabajo y familia. De hecho cuando platicamos estaba por tomar su avión de regreso. Tenía ganas de platicar lo que me dijo. Quería que quedara escrito. Se nota que aquellos momentos se viven tan emocionantes como entonces, de hace 45 o 46 años, cuando los campeonatos se disfrutaban con toda la pasión del futbol amateur, sin los intereses de ahora, sin tanto anuncio, y sin tanto precio, más que el amor a la camiseta. Por puro amor al terruño, el mero Nayarit.