De acuerdo con un estudio científico las personas que intentan dejar el tabaco progresivamente fracasan más en su propósito que aquellos que abandonan este hábito de golpe
Un estudio reciente realizado por la Universidad de Oxford reveló que los fumadores que van reduciendo gradualmente su dosis de nicotina para dejar de fumar, fracasan más en su objetivo que los que optan por abandonar este hábito de golpe.
Para esta investigación, dirigida por Nicola Lindson-Hawley, se reclutó a 667 personas que deseaban dejar el tabaco, y se les dividió en dos grupos; el primero abandonó este hábito de tajo en una fecha fijada, mientras que el segundo grupo fue disminuyendo progresivamente el número de cigarrillos que consumían a lo largo de las dos semanas que duró el estudio.
Ambos grupos gozaron de la asesoría de especialistas y se les proporcionaron parches y chicles de nicotina, entre otras formas de ayuda. Luego de que dejaron de fumar, los participantes fueron evaluados semanalmente durante cuatro semanas, y de nuevo a los seis meses. Además de preguntarles cómo se sentían, los investigadores medían la cantidad de monóxido de carbono que exhalaban, una prueba objetiva de si seguían sin fumar.
A las cuatro semanas de dejar el tabaco, el 39 % de las personas que lo habían abandonado gradualmente se mantenían libres del hábito, frente al 49 % del grupo que lo había cortado abruptamente. Eso significa que los segundos tenían un 25 % más de posibilidades de cumplir su propósito: las diferencias ya se constataban en el mismo día en que unos y otros se privaban del todo de nicotina: fueron más los sujetos del segundo grupo que aguantaron 24 horas seguidas sin fumar un cigarro.