He visto crecer la obra de remodelación, y aún un nuevo edificio. Me sorprende la calidad de construcción, mayormente porque la situación anterior del plantel en su estructura física, estaba ya casi inhabilitada.
Tuve curiosidad de conocer más sobre el avance tan evidente, sobre todo por la modernidad de la escuela. Me llegó la nostalgia de que aquí estudió y egresó mi hijo Bernardo, cuando aún no había remodelación. Hoy, hay mucha diferencia, incluso, respecto a la Prepa Uno o a otras instituciones de este nivel en el ramo de escuelas particulares.
Pacté cita con el presidente del Patronato para Administrar el impuesto especial del 12% de la UAN, el licenciado Humberto Haro, pues supe que de él dependía este proyecto.
Pedí domicilio y me dijeron que por Bulevard Tepic- Xalisco, cerca del cruce con la calle Argentina en la colonia Los Fresnos. Busqué cómo llegar y elegí el transporte público. El camión urbano me dejó enfrente. Tenía que cruzar la amplia avenida y consideré de mucho riesgo el cruzarla corriendo, sorteando el tráfico que a las doce del mediodía es intenso, en ambos sentidos.
Consideré que cruzar la calle iba a ser suicida. Pero noto que hay un puente peatonal a unos treinta metros de donde me ubicaba. Ya no tengo tan buena condición física para trepar escalones, pero me vi en la necesidad imperiosa de emprender la trepada. El calor de a mediados de junio me hizo sudar de a buenas. Subí escalones en escuadra, y por fin llegué al andador, unos ocho metros por arriba del nivel de la calle.
Crucé y aproveché para tomar fotos panorámicas hacia el norte. No sabía si aquel nublado por el cerro de la cruz era de los anuncios de lluvia o de contaminación. Me quedé con la idea de que eran las dos cosas, y bajé nuevamente del puente, ya más descansado.
Me planto en la acera oriente del bulevard, y claro veo un edificio que pertenece o renta la Universidad Autónoma de Nayarit. Por las enormes vidrieras de la primera planta se ven escritorios y personal adentro. Me pasé, empujando una puerta. Disculpe, vengo con el señor Humberto Haro pues nos citamos a esta hora. Señor, la oficina del Patronato está aquí juntito, es una sola puerta, toque el timbre y lo reciben.
Muy bien, ubiqué la puertita, el timbre y desde ahí, por bocina, (interfón), me identifiqué. Me abrieron desde arriba por control remoto. Subí unas escaleras alfombradas y poco iluminadas, aunque hay foquitos miniled azul tenue, (¿así se dirá?) en cada escalón. Yo iba deslumbrado por el solazo. No tardé en que se me recibiera en la planta alta. Me anunciaron y efectivamente, Humberto Haro ya estaba dispuesto a recibirme.
En los dos minutos de espera noté la austeridad de la pequeña oficina. Muebles no muy nuevos, pero funcionales. Poco personal. Me indican y conducen a una salita de seis sillas, ni un lujo, con una vista ventanal al bulevard y al cerro de San Juan.
En un minuto llega Humberto Haro y pedimos café. Un hombre sumamente amable. Extraordinario por lo estricto y ordenado. Me habla de golf, y le entiendo perfectamente porque lo explica de modo que hay que entenderle o salirte de inmediato de ahí. No lleva camisa de marca o playera de golf. Viste sin querer llamar la atención, de manga corta. En países desarrollados, me dice, el golf muestra el carácter individual de una persona y a raíz de sus resultados, es como lo incorporan a su nivel ejecutivo.
Ya estábamos charlando de otras cosas, pero se llega el momento de las prepas. De por qué es necesaria una prepa en la zona de La Cantera. Humberto saca lápiz y papel para explicármelo a detalle. No es que sea antigüito, pero es su forma de hacerse entender, (maneja a la perfección las redes sociales y la web. A veces consulta datos en su equipo móvil para avanzar en su explicación). La Cantera tiene 45 mil habitantes y ya es el segundo núcleo poblacional de Nayarit. De esos 45 mil habitantes, se ha calculado que entre mil 500 y dos mil tienen la edad de continuar sus estudios en una escuela preparatoria.
Los edificios que con dinero del impuesto especial se han terminado en Tepic y Bahía de Banderas tienen capacidad, cada uno, para atender a 1,200 educandos por turno y crear dos laboratorios de física y química. “Yo le dije al gobernador que este concepto de edificio, se equipara, incluso, al Tec de Monterrey, debido al modelo de servicio. Urge una preparatoria en la Cantera, así sea por extensión”.
Se lo ha dicho igualmente al nuevo rector Ignacio Peña, “dice que le puedo decir Nacho, pero yo le digo doctor, hay que ser institucionales”. Me gusta que Humberto me diga Señor Venado o don Venado, cosa que me es muy familiar, y lo prefiero así. En pago, yo a veces le hablo de tú o a veces de usted, pero es involuntario. Debemos seguir la plática, que se ha puesto interesante.
Humberto Haro desea que se aproveche toda la infraestructura en la preparatoria 13 de Tepic, ya que, de acuerdo a sus cálculos, quedará funcionando, en este próximo ciclo escolar, a dos terceras partes de su cupo. Le preocupa, e intenta convencer a la dirección del plantel para que se puedan admitir alumnos en segundo y tercer grado. La demanda de nuevo ingreso, de poco más de 750 aspirantes, ha sido satisfecha. Pero los salones de segundo y tercero de prepa podrían quedar casi a la mitad de sus posibilidades. Puede ser cuestión de control académico o del proceso de enseñanza- aprendizaje, pero los grupos quedarían semivacíos. El salón está perfectamente equipado para 65 alumnos. Actualmente, se opera con 38 alumnos por salón.
Humberto Haro sigue dibujando y haciendo cuentas en la calculadora. Es muy específico y no se quién no lo pueda entender de ese modo.
Le refiero lo de la Casa Fenelón y es muy contundente, bueno, para todo es contundente; dice que no era posible estar inyectándole millones de pesos a esa finca, mientras las aulas de estudio de los alumnos donde se convive con los maestros, estaban a punto del derrumbe, sobre todo en la preparatoria 13.
En fin, después de casi dos horas de charla, me quedo con el papel de sus apuntes. Aquí lo tengo. De aquí está planteada la idea de qué hacer con el impuesto del doce por ciento a la Universidad. Planteles, laboratorios y uniformes.
Y de que falta una preparatoria en La Cantera, falta.
¿Cuántos personajes de esta clase nos faltan en la política pública? Me venía preguntando ya que nos dimos cuenta del horario y me tuve que regresar, con más sol, con más calor, por el bulevar hasta frente a la penal donde tomé una Combi al centro de Tepic.