Una mujer originaria de Bahía de Banderas fue sentenciada a 10 años de prisión, tras confesar su culpabilidad ante un Juez de Control, que le seguía un proceso judicial por el delito de homicidio simple intencional, cometido en agravio de quien fuera su marido.
El 6 de noviembre de 2016, alrededor de las 14:00 horas, de el poblado de San José del Valle de dicho municipio, se informó a las autoridades sobre un hecho de violencia familiar ocurrido por la calle Senderos 123, del fraccionamiento Del Parque.
Al llegar al lugar, los agentes dialogaron brevemente con una mujer, quien les diría que no pasaba nada, y los oficiales se retiraron sin saber que se acababa de cometer al interior de la finca un crimen.
Y en efecto, Ariadne Nayeli Navarrete García de 35 años de edad, había tenido una discusión con su esposo José “n”, con quien se lió a golpes, y en un descuido el hombre cayó al suelo sin sentido, lo que fue aprovechado por la mujer para atarle un cinturón de cuero en el cuello y lo apretó hasta asfixiar a su víctima.
Dos días después de cometer el crimen, la mujer no sabía que hacer con el cuerpo, y al ver que éste comenzaba a descomponerse rápidamente, consiguió un par de grilletes y se los colocó al hombre tras ponerle las manos hacia la espalda.
Enseguida subió el cadáver a una camionera Tahoe de color azul, propiedad del fallecido, y enfiló por la carretera federal 200, Tepic-Puerto Vallarta, hasta llegar al kilómetro 136, justo a la salida de Bucerías, donde se dividen los 4 carriles y hay un camino entre las cosechas.
Ahí abandonó el cuerpo esposado, con la intención de aparentar un crimen producto de la delincuencia organizada, pero no resultó. Fue detenida posteriormente. Dictámenes periciales de campo, necropsia de ley, trabajo de criminalistas y químicos, concluyeron que el hombre habría sido tirado en ese lugar tras dos días de haber sido privado de la vida, y que éste había sido estrangulado.
Entonces las autoridades interrogaron a Ariadne Nayeli, quien cayó en varias contradicciones, hasta que al final, aceptó su culpabilidad, solicitando entonces la Fiscalía al Juez de Control que librara la correspondiente orden de aprehensión, lo cual así se hizo, y la misma fue ejecutada por personal de la Policía Nayarit.
Ariadne Nayeli fue puesta a disposición del Juez de Control en Tepic, en donde la Fiscalía procedió a hacer la imputación de los hechos a la responsable, y tras ello se le vinculo a proceso.
La mujer, al darse cuenta de que existían bastantes pruebas en su contra, aceptó su responsabilidad y solicitó ante el Juez un procedimiento abreviado, imponiéndosele de esta manera una pena privativa de la libertad de 10 años, por el delito de homicidio simple intencional. La sentencia pues, ha quedado ya firme, y causado ejecutoria.