Caldero Político
En Coahuila siempre se hizo ver lo complicado del proceso y los encuestadores tuvieron razón, eran elecciones cerradas, competidas e impredecibles al grado que luego de pasar varios días aún no hay aceptación de la derrota de los candidatos en segundo lugar.
Según ROY, aprendimos que la interpretación es tal vez más importante que los números y ningún encuestador cometió la imprudencia de declarar ganadores con encuestas previas.
El papel de los medios de comunicación
Siempre tomando en cuenta la opinión del consultor, los MEDIOS DE COMUNICACIÓN estuvieron bien en general, aunque fue el caso de algunos que se fueron en la vorágine de los datos abriendo espacio o comentarios a noticias o encuestas falsas o de muy baja calidad.
A nuestro leal saber y entender, los medios deben ser el filtro y evitar confusiones o aclaraciones, siempre acatando la regla de tomarse la molestia de checar las fuentes.
Roy señala que durante la jornada electoral estuvieron bien; tal vez a algunos los podrán acusar de aburridos pero es que en la jornada electoral no se trata de divertir sino de informar y lo hicieron bien; ya noche, el 4 de junio, el cierre de López Dóriga presentó un debate y gran encuentro en el que Ricardo Anaya y Enrique Ochoa se hicieron de palabras y Joaquín supo cuándo sí y cuándo no intervenir, ofreciendo un buen espacio.
Redes sociales ambiguas, según Roy
“Las REDES, de nuevo, jugaron más un papel ambiguo; por un lado los ciudadanos se vuelven reporteros ciudadanos y van informando en tiempo real irregularidades, fotografían actas, llaman a votar, etcétera, pero también, en su activismo y polarización son presas fáciles para aceptar mentiras, noticias falsas, imágenes alteradas, encuestas inventadas, rumores sin comprobar y, sobre todo, participar en linchamientos a todo el que no piense como ellos; para los siguientes procesos todos los que participamos en redes debemos ser más tolerantes a otras formas de pensar, decir o actuar, sigamos persiguiendo a la democracia”, destaca Roy Campos.
Los comicios electorales del 2017 tenían varios significados, por ejemplo, se votaba por gobernador del Estado de México, el más poblado y tierra del presidente Peña Nieto, y eran los últimos comicios antes de la presidencial y por ende tal vez la última que le tocará a Ricardo Anaya como presidente del PAN.
A Morena no le alcanzó
Se cree que Morena fue el actor principal de la elección en el Estado de México. Es un partido nuevo pero que ya compite para la presidencia del 2018 dado que ya tiene en la práctica candidato y este año competía por primera vez con posibilidades reales de ganar una gubernatura.
Los resultados son decepcionantes en Coahuila y Nayarit, donde personalmente esperaba yo que MORENA se acercara a 20% y se quedó en niveles apenas superiores a 10%; en Veracruz, si bien obtiene importantes triunfos en Minatitlán, Coatzacoalcos, Poza Rica y Xalapa, se queda muy lejos de la alianza triunfadora PAN-PRD en un lugar donde buscaba demostrar más fuerza de la que tuvo el año pasado y no lo logró. Pero el interés estaba en el Estado de México y ahí, aunque el proceso no finaliza y vive la instancia de la impugnación y posiblemente se pida la anulación, en principio Morena se queda en la orilla.
El PAN y sus confrontaciones
El PAN, aunque en los números sale fortalecido, ganando posiciones, tienen un problema, aun antes de sus festejos afloran sus diferencias; apenas se daban a conocer los posibles triunfos y cuando Ricardo Anaya se mostraba victorioso y sonriente por su avance, se le atraviesa en los medios Margarita Zavala para exigir su renuncia, llamarle fracaso por su resultado en Edomex; el tono ya era de franca confrontación, lo que no es una buena noticia para un partido que se ve fuerte para el año que entra.
Al PRD de nuevo lo salvó la alianza con el PAN; en el 2016 su logro fue ganar tres gubernaturas (Durango, Veracruz y Quintana Roo) con su aliado, y ahora en el 2017 de nuevo gana en Nayarit y en la mitad de los municipios de Veracruz. Sin ella, sin la alianza, estuviéramos hablando de muy malos resultados e incluso de bajísimos porcentajes en Coahuila.
PRI perdió posiciones
El PRI, no puede decirse que ganó, ponía en riesgo todo, tres estados y muchas alcaldías de Veracruz y pierde mucho, deja de gobernar a muchos ciudadanos; sin embargo, ante el escenario de que podía perder Edomex, su victoria, aunque sea por un estrecho margen le sabe muy dulce, es como un salvavidas a un náufrago que estaba a punto de hundirse, pero que no lo salva de hacer el saldo de la jornada donde pierde posiciones, a lo más que podemos llegar es a decir que sobrevivió, dándole por cierto al presidente Peña Nieto uno de los días más felices de los últimos tiempos, que su partido conserve su estado natal.
SIN EMBARGO, esto se acaba hasta que se acaba.
VEREMOS Y DIREMOS.