Athletic humilla 4-0 al Barça

Con tres goles del delantero Aritz Aduriz, el Athletic goleó al Barcelona 4-0 en el Estadio de San Mamés, en el encuentro que deja más que encauzada la Supercopa de España para el conjunto rojiblanco de cara a la vuelta, el lunes en el Camp Nou.

Arrancó el partido con una posesión eterna del Barcelona, diez primeros minutos en los que el Athletic no hizo sino correr tras el esférico y unos jugadores visitantes que, no obstante, no lograban profundizar.

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Los cules pretendieron domar el ímpetu en la salida al campo de los leones. Y así fue durante un rato, hasta que los locales consiguieron merodear con peligro la primera vez la meta de Ter Stegen.

Sería precisamente el alemán quien falló al salir de su área para despejar un balón con la cabeza para que Mikel San José mandara a guardar el balón desde la media cancha.

La primera y única aparición de Messi fue antes del descanso. A balón parado. El astro argentino quiso emular su excelsa tarde ante el Sevilla en la estrategia y buscó la escuadra derecha de Iraizoz, que respondió con un paradón enorme.

Tras el descanso, el Barça estuvo cerca del empate en dos grandes oportunidades. La primera, tras un despeje defectuoso de Laporte, Pedro la estrelló en el larguero; y en la segunda, Messi, que recibió de Suárez, se encontró por segunda vez con Iraizoz.

Cuando más cerca estuvo el club culé, entre el canterano Sabin y Aduriz se fabricaron el 2-0, por medio de otro golazo, gracias a una falla de Dani Alves por su banda.

De un mal despeje del propio Alves a un centro desde la derecha de Susaeta, llegó el 3-0, al dejar suelto el esférico en el área hasta que llegó Aduriz para mandarla a la red.

El propio delantero del Athletic convirtió el penalti que provocó el lateral brasileño en un tiro de esquina, debido a la frustración que le embargaba por la ir abajo en el marcador.

Fueron quince minutos de ensueño para un Athletic, que llegó a este partido falto de gol, pero con Aduriz, que en esa máxima expresión del fútbol es una garantía. Y un seguro para un choque de vuelta al que arribarán los de Valverde después de vivir, por una vez, una noche mágica ante el Barcelona.

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