Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD, se reincorporó desde la noche del miércoles a las actividades del Senado de la República, y desde hoy participará en las sesiones, esto en medio del escándalo suscitado tras darse a conocer que la perredista compró un departamento de 990 mil dólares en Miami.
Barrales a través de su cuenta en Twitter dijo que seguirá al frente del PRD pues “no existe ningún impedimento para que regrese al Senado manteniéndose además en la Presidencia del Partido”.
Sin embargo, los artículos 110 y 111 de los estatutos del partido señalan que no pueden ocupar ni la presidencia ni la secretaría general “aquellas personas que tengan un cargo de elección popular o en mandos superiores de la administración pública salvo que soliciten la licencia respectiva”.
Barrales argumenta que estos artículos fueron reformados en 2015, mientras que ella fue electa senadora en el 2012, por lo que señala que no se pueden aplicar las normas de manera retroactiva en prejuicio de nadie.