Podría impactar tierra el martes cerca del puerto industrial de Manzanillo para dirigirse al día siguiente rumbo al centro turístico de Puerto Vallarta
El huracán “Carlos” se debilitó el domingo a tormenta tropical, aunque se espera que en las próximas horas recobre su fuerza mientras avanza en paralelo a la costa del Pacífico mexicano, lo que mantenía en alerta a las autoridades locales.
El ciclón, que se convirtió el sábado en un huracán de categoría 1, se movía lentamente hacia el noroeste con vientos máximos de 110 kilómetros por hora, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos en un reporte.
“Carlos” podría volver a convertirse el lunes por la mañana en un huracán, añadió el CNH, con sede en Miami.
La tormenta se ubicaba a 120 kilómetros al oeste-suroeste del turístico puerto de Acapulco, que está cerrado a la navegación, como medida precautoria ante el fuerte oleaje y los intensos vientos, que derrumbaron árboles y paneles publicitarios en la ciudad.
Autoridades del estado de Guerrero, donde se ubica el popular balneario, anunciaron la suspensión de las clases el lunes y habilitaron albergues en varias regiones.
El aeropuerto de Acapulco continuaba abierto el domingo.
Según las proyecciones del CNH, “Carlos” podría impactar tierra el martes cerca del puerto industrial de Manzanillo para dirigirse al día siguiente rumbo al centro turístico de Puerto Vallarta.
El Gobierno estableció una amplia zona de vigilancia para el área costera que se extiende hasta el puerto de Manzanillo, a unos 500 kilómetros al noroeste de Acapulco.
“Carlos” amenazaba con lluvias a varios estados del centro y occidente del país, por lo que autoridades pidieron a la población extremar precauciones ante posibles deslaves e inundaciones.