El gladiador ha estado en activo por más de 30 años
Ayer, en las redes sociales, el luchador Guadalupe Santoyo, conocido en el ámbito de la lucha libre, como “Marakame 1ro”, anunció su retiro de este deporte que ha estado practicando por muchos años, más de 30.
Llegado de allende las fronteras nayaritas, Lupe no dejó de participar en ese deporte, pero no nada más eso, sino que se ha dedicado a fomentarlo, y formó escuelas de lucha libre, sin duda que tiene una trayectoria muy importante.
Desde luego que respetamos su decisión, tienes sus motivos muy particulares, y según asienta en su muro, su lucha será en nombre de Dios mismo que lo ha llamado a su batalla más trascendental, la lucha por la fe.
Ni hablar, la ausencia de este elemento deja un hueco difícil de subsanar, varios de los luchadores de esta época algo le deben al brujo cora, se le va a extrañar en los encordados, a través del tiempo y en su afán de hacer funciones le vimos armarlas en varios lugares de Tepic.
Por recordar algunos, calle Ures entre Miñón y Juárez, prolongación Guadalajara en el “Corral de don Pancho”, Comisariado de Los Fresnos, cancha de “Rieleros”, enfrente de la estacón de ferrocarril, Querétaro entre Victoria y Pedraza, arena “Los Patitos” de don Roque Rentería, gimnasio “Niños Héroes” y cancha “Ricardo Velarde Osuna, entro otros.
Hizo funciones para recordar, como aquella que al alimón con Montañez realizó en el “Palenque de la Feria” donde vino “El Hijo del Santo” y “Lizmark”, pero sobre todo que ponía de manifiesto su amor a este deporte que trae en la sangre.
En nuestra particular opinión, Lupe Santoyo, “Marakame 1ro” el brujo cora, no debe irse así como así, su labor realizada por el deporte de la lucha libre en Nayarit merece un homenaje, una función monstruo que marque su retiro, ojalá se dé.
Como luchador Marakame ha hecho presencia en otros Estados de la República, como Jalisco, Michoacán, Guanajuato o Sinaloa, en Mazatlán le vimos en una buena función haciendo mancuerna con “Serpiente Marina” en el centro deportivo “Muralla”.
J. Guadalupe Santoyo ha sido un padre de familia ejemplar, persona honesta, nos podemos jactar de tener el orgullo de ser su amigo, y, respetamos su manera de pensar y de acudir al llamado, pero no debe irse así nada más, que lo haga como merece su amor a la lucha libre, con una magna Función, ¡Enhorabuena Lupe!