Investigada por las autoridades y con varios de sus dirigentes acusados de corrupción, la Conmebol necesita “un cambio total y absoluto” para salir de una de las peores crisis en su historia, dijo el sábado el presidente del organismo rector del futbol sudamericano Juan Angel Napout.
En sus primeras declaraciones públicas desde que estalló el escándalo de corrupción de la FIFA, que tiene como protagonistas a dos ex presidentes de la Conmebol y otros dirigentes sudamericanos, Napout declaró que el organismo realiza auditorías y está dispuesto a colaborar con cualquier pesquisa de las autoridades.
“Se están haciendo auditorías, se está cambiando total y absolutamente el sistema, se está fundamentando egresos, ingresos”, dijo Napout en una entrevista exclusiva con la AP a la salida de un lujoso hotel en Santiago, antes de partir al Estadio Nacional para la final de la Copa América entre Chile y Argentina.
“Se contrataron varias firmas asesoras, varias firmas de abogados, se está analizando contratar firmas de marketing. Evidentemente nosotros necesitamos un cambio total y absoluto, y nosotros estamos abiertos al cambio, estamos abiertos a que se mejore”, agregó.
Napout llegó a la capital chilena pocas horas antes de la final del torneo continental, en el que entregó el trofeo de campeón. Contrario a lo que es el protocolo habitual, el mandamás de la Conmebol no estuvo el 11 de junio en el Estadio Nacional para el partido inaugural entre Chile y Ecuador.
Más allá de algunos comunicados publicados en el portal de la Conmebol, el dirigente ha mantenido silencio desde que las autoridades de Estados Unidos acusaron a 14 personas de sobornos, lavado de dinero, crimen organizado y otros delitos relacionados con corrupción en el fútbol. Entre los acusados están los ex presidentes de la Conmebol Eugenio Figueredo y Nicolás Leoz, el primero detenido en Suiza y el segundo bajo arresto domiciliario en Paraguay, y ambos con solicitudes de extradición a Estados Unidos.
Su ausencia de la inauguración del campeonato emblemático de Sudamérica provocó dudas sobre el paradero de Napout y su asistencia a la final, aunque el dirigente señaló que estaba trabajando en la sede de la organización en Asunción, Paraguay, para resolver los problemas de la Conmebol.
Napout también dijo que respalda la reciente decisión del gobierno paraguayo de derogar una ley vigente desde 1997 que otorgaba al edificio de la Conmebol inmunidad diplomática, un privilegio usualmente reservado para embajadas extranjeras y que la blindaba de cualquier intervención de las autoridades locales.
El funcionario no contestó si la Conmebol cuenta con los fondos necesarios para pagar los premios a los equipos que llegaron hasta las últimas instancias del campeonato. El tesorero del organismo, Carlos Chávez, dijo la semana pasada a la AP que la Conmebol tiene problemas de liquidez porque una compañía de marketing dueña de los derechos de la Copa les debe 45 de los 80 millones de dólares por el torneo de 2015, y no los ha pagado porque sus cuentas fueron congeladas por las autoridades estadounidenses como parte de la pesquisa.
