Cuando no nos gusta lo que vemos en el espejo

Descubre si padeces dismorfia corporal y checa estos tips para subir la autoestima

Quizá al despertar un día y mirarte al espejo, puedas percibir alguna imperfección en tu rostro como una espinilla o puntos negros en la nariz. Tal vez lo que consideres un defecto pueda ser el tamaño de la nariz, la forma de los ojos o su color, el tamaño de los labios. Quizá si ves el reflejo de tu cuerpo en un espejo más grande, puedas sentir que no te gusta la forma que tienen los brazos, las piernas; es probable que los hombres desearían una mayor musculatura y las mujeres mayor volumen en el busto y/o las nalgas (o algunas veces lo opuesto).

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Sin embargo, la mayoría de las veces esta sensación es pasajera y puedes continuar con tus actividades diarias sin preocupación alguna al respecto. Podrías considerar entonces que hay una sintonía entre lo que piensas sobre tu imagen y la percepción de la misma, es decir, tienes una adecuada imagen corporal.

Cuando no nos gusta lo que vemos en el espejo

Cuando esto no sucede así, podríamos considerar que se presenta la dismorfia corporal. ¿Qué es esto? Dismorfia proviene del griego “dis” que significa alteración y “morfia” que significa forma, cuando le agregamos “corporal”, podemos entender que es una alteración en la percepción de la “forma” corporal.

Era considerada un trastorno somatomorfo en el DSM IV TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, versión 4 revisada). Actualmente se le considera un síndrome, pues puede presentarse en diferentes trastornos, como los alimenticios, la vigorexia, depresiones o trastornos psicóticos (en casos más graves).

Consecuencias de la dismorfia corporal

La dismorfia corporal puede provocar otros malestares, por ejemplo:

Inhibición al interactuar con otras personas al considerar que los “defectos físicos” percibidos pueden ser señalados.

Que la idea se mantenga de manera constante provoca que las personas bajen su rendimiento académico y/o laboral.

En el caso de la depresión, se puede volver un círculo vicioso, en el cual la depresión causa una mala percepción de la imagen corporal y esta a su vez genera que la persona se deprima y así continúa el ciclo.

En casos extremos puede presentarse el suicidio, también es común que motive a las personas a realizarse cirugías estéticas de manera compulsiva, o automutilaciones en estados muy perturbados.

¿Qué hacer para evitar la dismorfia corporal?

Es importante tener en cuenta que:

Los modelos sociales de belleza son sólo uno de los aspectos a considerar en los trastornos alimenticios, la vigorexia o la depresión.

Los orígenes de estos padecimientos los hallaremos en la historia infantil de quienes las presentan, y pueden tener diversos orígenes como agresiones sexuales, exigencias paternas sobre el desempeño o la estética corporal, una relación sofocante con la madre, entre muchas otras.

La psicoterapia es de gran ayuda en el tratamiento de estas enfermedades, es importante que quienes las presenten acudan a tratamiento psicológico. Los pacientes menos graves pueden dar cuenta de la poca aceptación que presentan de su imagen corporal, por desgracia, en trastornos graves, las personas que presentan la dismorfa corporal no logran percatarse de la distorsión, y tienen que ser llevadas por familiares o personas cercanas para recibir ayuda.

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