La polifarmacia se observa en 11 por ciento de los pacientes ambulatorios y lo recomendable es que la ingesta sea debidamente controlada por un médico especialista, que conozca las interacciones y reacciones que pueden generar los fármacos
La ingesta de cinco o más fármacos al día, o polifarmacia, es un fenómeno habitual en el paciente anciano por presentar más de una enfermedad crónica, lo cual puede generar efectos adversos y complicaciones en su salud si no es controlada por un especialista.
Así lo afirmó el geriatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Antonio Kobayashi Gutiérrez, adscrito al Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO), quien destacó que los fármacos son responsables del 50 por ciento de las complicaciones en los pacientes mayores de 60 años.
El especialista destacó que los ocho millones de ancianos que existen en el país consumen en promedio dos terceras partes de la producción nacional de fármacos; el 71 por ciento de las prescripciones fueron hechas por varios médicos, como consecuencia de una atención fraccionada.
La polifarmacia se observa en 11 por ciento de los pacientes ambulatorios y de 30 a 40 por ciento entre los pacientes hospitalarios en general, mientras que en los enfermos mayores de 65 años esta condición está presente en un 28 por ciento.
Asimismo, comentó que la automedicación y la falta de revisión y control de los medicamentos por parte de un médico son condiciones que derivan en la polifarmacia, lo cual puede incrementar las hospitalizaciones por los efectos colaterales que genera en la salud.
Las interacciones entre medicamentos pueden propiciar nuevos síntomas y enfermedades, disminuir la eficacia de los tratamientos y ser causa de hospitalización debido a las reacciones adversas de los medicamentos o por deterioro de los riñones. El exceso de medicamentos puede también causar insomnio y generar problemas de memoria y atención.
Además de las consecuencias antes mencionadas, también se debe tener en cuenta que el cuerpo de un adulto mayor ha atravesado cambios que influyen en la manera en que este reacciona a los medicamentos. Por ejemplo, el lento funcionamiento hepático o renal puede causar que algunos medicamentos tengan dificultad en ser metabolizados o eliminados, lo que aumenta su toxicidad.
La polifarmacia es prácticamente inevitable en los adultos mayores de 60 años, porque regularmente acuden con un médico para que los alivie de algún dolor y en muchas ocasiones éste no sabe que esa persona ya visitó otro médico, que a su vez prescribió medicamentos. La incidencia de reacción adversa a medicamentos aumenta exponencialmente por el número de fármacos que se toma al día, puntualizó el geriatra del CMNO.
Lo recomendable es que la ingesta sea debidamente controlada por un médico especialista, que conozca perfectamente las condiciones del paciente y las interacciones y reacciones que pueden generar los fármacos.
Kobayashi Gutiérrez dijo que lo importante es diferenciar entre medicamentos necesarios y suficientes para lograr el control o prevención de una enfermedad, y la ingesta sin control de medicamentos, incluidos los naturistas, que son considerados por muchos pacientes como “inofensivos”.
Sugerencias
En primera instancia, no se automedique ni cambie las dosis indicadas de sus fármacos. Cuando acuda a su consulta médica procure llevar las cajas de los medicamentos que consume para que el facultativo esté al tanto de los que usted utiliza y verifique si se ajustan a sus necesidades.
Dígale a su doctor que le prescriba presentaciones que le sean fáciles de administrar, y etiquete sus medicamentos con letras grandes y claras para evitar confusiones a la hora de tomarlos. Si se administra más de uno procure que tengan un horario distinto para su consumo. Revise los fármacos que tiene en su hogar y deseche los que ya están caducados.
Modificar ciertos hábitos le ayudará a llevar un mejor estilo de vida; por ejemplo, lleve una dieta saludable, practique ejercicio, olvídese de fumar y de consumir bebidas alcohólicas. Recuerde que su calidad de vida depende directamente del estado de su salud.