De afectos y otras lindezas

La verdad… sea dicha

Qué tal, amigo lector; fíjese usted que hace días asistí a una conferencia de estas motivacionales que van más que nada dirigidas a la búsqueda de una buena relación entre parejas matrimoniales. Realmente este tipo de eventos son buenos, porque aunque uno no esté pasando por algún problema conyugal, algo se aprende para entender que el respeto y la atención constante hacia nuestra pareja es la base de una relación duradera. Hace tiempo contaba en alguna de mis columnas periodísticas como era la relación amorosa de mis abuelos maternos, Rosario y Elías, que en paz descansen. Mi abuelo era un hombre sumamente celoso que no le permitía a mi abuela salir a la calle sin estar cubierta de la cara con su velo, y mucho menos alzar la vista para ver algún hombre que fuera pasando por la calle, lo suyo era un amor enfermizo, siempre estaba amenazando a mi abuela con matarla, pues él imaginaba que lo engañaba, aunque ella no tuviera tiempo ni para respirar, pues se dedicaba a cuidar a los 11 hijos que habían procreado juntos, por cierto en una pobreza lamentable, porque Elías, apenas si ganaba dinero como músico, cuando todas las noches agarraba su tololoche para irse a guipear a las cantinas.

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Fueron muchos años los que mi abuela le aguantó sus celos y amenazas, hasta que un día se armó de valor, y cuando mi abuelo trataba de asustarla afilando su verduguillo, cosa que hacía todas las mañanas para amedrentarla, ella le aventó con la piedra del molcajete que por poco le estampa en la cabeza. Fue la última pelea, él se fue de la casa para nunca volver. A los años cuando mi abuelo estaba agonizando en el hospital pidió que le llevaran a su Chayito para pedirle perdón, pero mi abuela que era una mujer muy rencorosa se negó a ir a verlo, ni los hijos ni nadie le convencían de ir a despedirse de su esposo; tuvo que ir el padre de la Catedral de Tepic para decirle que como buena cristiana debía dejar su rencor y acercarse a su esposo. Sólo así aceptó ir al hospital para despedirse del que fue el único hombre en su vida, su amor y su alegría, pero también quien le hizo muy infeliz en muchas ocasiones. No sé cuántas personas hoy día pudieran estar en un problema de celos y ansiedad con la pareja, hablo de celos enfermizos; lo más recomendable es visitar a un especialista que les ayude a salir de estas situaciones difíciles que causan desesperación y estrés a los implicados. La vida es hermosa para vivirla a plenitud, sin las telarañas que impiden una buena relación de pareja. Si como dice el gran Amado Nervo, somos arquitectos de nuestro propio destino, pues entonces construyámonos una vida cimentada en el amor.

MUCHO CUIDADO CON LOS BILLETES FALSOS

Ahora que está tan difícil conseguir el dinero, la noticia de que en prácticamente todo el país andan circulando billetes falsos de 200 pesos, la verdad, es para ponernos muy alertas y no ser víctimas de un fraude. Los encargados de las tiendas departamentales son quienes han descubierto el aumento en este problema, así que habrá que poner mucho ojo, porque vivales hay por todos lados.

EL ETERNO PROBLEMA CON LOS PERROS CALLEJEROS

Lo dicho, Cuando un perro muerde a alguien que pasa en su bicicleta por la calle, o cuando el animal saca la cabeza por las rejas de su domicilio para atacar a todo lo que se mueve, no es culpa del perro si comete alguna barbaridad, es culpa de su dueño que actúa de manera irresponsable a la hora de cuidar a su mascota. En el caso de los perros callejeros no existe conciencia social para denunciar a los vecinos que echan a la calle a los animales cuando su deber es atenderlos y protegerlos, los perros dependen totalmente de sus dueños  y deshacerse de ellos de esta manera tan inhumana no se vale. Cuando se adquiere una mascota se debe pensar en que se tiene la obligación de darle un trato digno, proporcionarle sus vacunas, alimentarlo, bañarlo, esterilizarlo y tenerlo en un lugar limpio, pero nunca aventarlo a la calle para que se convierta en un problema ante la sociedad, aunque desgraciadamente.

EL DEPORTE NACIONAL

En mi casa como en la de muchos nayaritas, el fútbol es parte de nuestra cotidiana vida, los comentarios en torno a ello siempre están presentes, y aunque tengamos que cumplir con nuestras actividades, cuando hay fútbol, regularmente volvemos justo a la hora precisa para disfrutar juntos del partido que se transmite por la televisión. Muy seguramente aunque le parezca exagerado, para muchos mexicanos este es un pretexto inmejorable para vaciar todas sus frustraciones y desesperanzas. Pero también, durante noventa minutos, millones de personas olvidarán sus problemas, y en el gobierno descansarán de los airados reclamos ciudadanos sobre asuntos como la pobreza, la crisis económica, la delincuencia organizada o el desempleo, por citar sólo algunas de las penas. La semana pasada, si mal no recuerdo, comentaba en una de mis columnas, que precisamente la Selección Mexicana de Fútbol era parte del Circo que el Gobierno Federal en contubernio con las empresas televisivas y algunos adustos empresarios poderosos manejan, para mantener bien entretenida a la ciudadanía; sí, como en la época de los romanos cuando los espectáculos del Coliseo desviaban el verdadero problema que ahí tenían. robleslaopinion@hotmail.com

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