De rumores y otras cuestiones

LA VERDAD… SEA DICHA

Por Martín Elías Robles

      Qué tal, amigo lector; cuántas veces no le ha tocado a usted, como se dice coloquialmente, levantarse con el pie izquierdo, vamos, que por más que intenta hacer las cosas bien, todo le sale mal. Así, igualito me pasó ayer; desde temprano empecé con mi acostumbrado ajetreo, y nada resultaba, hasta que en un momento dado tomé un ligero descanso, respiré profundamente, y luego de meditar llegué a la conclusión de que si algunas cosas no se me estaban dando, lo mejor era dejarlas para después, qué caso tenía preocuparme por cuestiones en las que la solución no estaba en mí. Entonces dirigí la atención en otros objetivos de mi trabajo, y lo creerá que la innecesaria angustia desapareció. Bien decía mi apreciable maestro de filosofía preparatoriana “todo es cuestión de enfoque”.

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 Pero eso fue ayer, hoy con el ánimo por el cielo y ya recargado de vibras positivas, qué le parece amigo lector si mientras sobrellevamos el aislamiento por el Coronavirus, platicamos de algunas anécdotas en esta su columna:     Hace cuarenta y tantos años la mayoría de la gente en nuestro creciente Tepic, aparte de realizar sus cotidianas tareas, tenía una especial costumbre, llegar a casa por las noches para encender el televisor y requemarse, por decirlo de algún modo, la telenovela que estaba de moda; melodramas televisivos que luego al día siguiente  eran el comentario en las oficinas, en los negocios y hasta en las escuelas, pues los inquietos muchachos de aquel entonces también estaban acostumbrados a ver las telenovelas que sus padres disfrutaban como una forma de distracción nocturna en una pequeña ciudad provinciana que no ofrecía muchos espacios de distracción, como no fueran el cine o las visitas a los parque públicos. 

En aquellos tiempos las figuras del espectáculo más conocidas eran la señora Verónica Castro, con su telenovela “Los ricos también lloran” y Lucía Méndez con su “Colorina” una telenovela que alcanzó un enorme éxito. Definitivamente los ejecutivos y los realizadores de la televisión de los 80s supieron captar la idiosincrasia del pueblo mexicano para plasmarla en sus historias, de tal modo que cada televidente se sintiera identificado con los personajes que parecían arrancados de la colonia o el poblado donde uno vivía. Dicen que el fenómeno de éxito telenovelero, entre otras muchas cosas, sirvió para mantener a la vasta ciudadanía ocupada, mientras la economía se desmoronaba durante la gestión del gobierno del entonces presidente José López Portillo; nadie imaginamos que los villanos políticos de ese injusto sexenio escribían su propia historia, pero de telenovela feliz, saqueando a manos llenas una indefensa nación mexicana que desde ya tenía muchos problemas con los índices de marginación y pobreza.

POR ESTOS TIEMPOS INUSUALES. Con la novedad de que en México ya tenemos 14,677 contagiados, y 1,351 muertos por Coronavirus, hemos entrado a la fase 3 de la contingencia, razón por la cual en muchos estados de la república mexicana se han intensificado las medidas severas para tratar de contener el contagio de la enfermedad que azota al mundo entero, como en el caso de Nayarit, donde el gobierno estatal mediante un video anunció que las personas que anden en la calle serán regresados a su casa por la autoridad, y que quienes se resistan serán arrestados hasta por 72 horas. Mire usted, amigo lector, en este asunto de las medidas implementadas las autoridades han estado, aun con sus buenas intenciones, algo erráticos, pues como dirían en los programas cómicos del “Chavo del 8” como dicen una cosa dicen otra, empezando por el tema del Hoy no circula, que en redes sociales fue un escándalo por la negativa de la ciudadanía  a aceptarlo, y aunque ya había sido publicado en el Periódico Oficial del Estado, se reconoció el desacierto y se enmendó el error; la verdad, quién estaba preparado para esta situación de la pandemia, nadie. 

El tema de permitir una sola persona en taxi fue otro malestar, porque regularmente son dos gentes las que se suben a estas unidades, hay personas de edad mayor, y enfermos que no pueden viajar solos. Afortunadamente parece que la medida se ablandó un poco, en parte para bien de los ruleteros que al igual que el resto de la ciudadanía andan hablando con las piedras por la magra economía que se ha agravado  tras la activación de las medidas sanitarias. Y es que, no es para menos, con el cierre de negocios y la paralización de las actividades cotidianas ya nadie halla la puerta; un amigo que tiene un negocio en el centro de Tepic me dice que no sabe cómo pagará la renta de 7,000 pesos del local. Otro conocido que se quedó sin trabajo le anda sufriendo para mantener a su familia, aunque ciertamente todo mundo reconoce que las medidas impuestas son necesarias y hay que acatarlas. Lo que parece no ha sido suficiente es la ayuda que se ha estado ofreciendo desde el gobierno federal y estatal, las necesidades de la ciudadanía son muchas y pocos los apoyos, hay una quejadera por todos lados; vaya situación tan complicada, porque por un lado se le dice a la gente que se quede en su casa, y por otro lado no se puede dejar de comer, esta necesidad irrenunciable que tenemos los seres humanos para existir. 

En medio de todos estos pesares, no lo va usted a creer, se rumora que por abajo del agua hay un movimiento político en el que ciertos grupos inconformes con la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, intentan conseguir adeptos para tratar de tambalear el accionar de un gobierno que si bien ha tenido sus desaciertos, en términos generales ha sido bueno, sobre todo para  la atención de la gente más pobre que siempre había sido relegada, un sector de la población que recibía migajas, porque los manjares y las pacas de dinero se lo llevaban unos cuantos; en aquel entonces los ricos y los grandes empresarios gozaban de privilegios, no pagaban impuestos y se les condonaba todo, mientras que a los pobres se les obligaba a pagar sus deudas hacendarias. Tras la llegada del partido Morena, y López Obrador al poder las cosas cambiaron, se empezó a combatir la corrupción y a exigir que todo mundo cumpliera con sus contribuciones, lo que no ha gustado a los antes privilegiados, quienes como le digo, tratan de hacer presión para que el presidente les siga otorgando sus millonarios beneficios y privilegios de principado. En fin, así las cosas en nuestro querido México. robleslaopinion@hotmail.com

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