Denuncian terribles abusos de adultos mayores en Asilo Zelayeta

La directora Sor María Virginia Portillo Chávez niega que sea verdad

El 22 de Abril del 2015, poco antes del mediodía, María del Carmen Becerra Quintero, de 54 años, y Ángel Santos Benítez, de 67 años, fueron a la fiscalía General del Estado por la avenida Tecnológico para denunciar los terribles abusos de los cuales fueron testigos al estar internados dentro del Asilo de Ancianos “Juan de Zelayeta” bajo la dirección de Sor María Virginia Portillo Chávez.

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Carmen como Ángel, explicaron que los ancianos reciben maltrato y que varios abuelos han muerto de anemia.

Pese a que María del Carmen Becerra Quintero recibió el apoyo del asilo para una operación de cataratas, denuncia cosas espeluznantes del lugar. Carmen afirma que una mujer llamada Sor Lucy, que en realidad no es monja, y quien es responsable del área de mujeres, golpea a las abuelitas cuando las están bañando, posiblemente para que se estén quietas.

Otra de las cosas que cuenta Carmen es que muchas de las despensas que personas, organismos e instituciones donan, no llegan a los ancianos, sino que las distribuyen por otros lados. “Muchas cosas buenas de comida no se las dan a los abuelitos y el pan se los están dando todo duro y verde” asegura.

Informa también que abuelitos han muerto podridos de sus pies, porque les ponen trapos sucios en sus heridas, por lo que terminan infectándose y muriendo. A otros, los acuestan orinados, “por no querer gastar más en pañales”.

Carmen relata también que hay algunos casos muy extraños de muertes de algunas abuelitas, “las llevan a enfermería y ya nomás dicen que fallecieron, pero no se investiga nada. Nomás llegan los de la funeraria y se las llevan envuelta en una sábana”.

Durante su estancia en el asilo, Carmen asegura que recibió amenazas de que no hablara sobre las cosas que veía. “Me amenazaron que si yo abría la boca me iban a correr del Asilo, y me corrieron” dijo Carmen Becerra.

Además, dice que “No es justo, ellos son como niños, no pueden defenderse. Las abuelitas se la pasan tristes, y de eso se están muriendo… son personas mayores, son a las personas que más se les debe de tratar con respeto y con cariño porque vuelven a ser como si fueran niños”, comenta.

Por su parte, el señor Ángel Santos Benítez, declaró que “Fue horrible… vi de todo, violencia, cómo los tratan… La peor violencia que puede haber”.

Don Ángel Santos narra que hay un interno que ha intentado abusar de las viejitas y que nadie le dice nada. También cuenta que una anciana no quería comer, y en sus propias palabras dice que “le abrieron como si fuera burro el hocico, con una cuchara… cuando les dije, ya déjenla, miren nomás como está sangrando, me dijeron que no me meta en lo que no me importa”, explicó.

Ambos señalan que a algunas abuelitas las amarran con una bata de las sillas de ruedas, y que cuando quieren zafarse, algunas han quedado en riesgo de asfixia.

Él confiesa que cuando van grupos de niños y llevan regalos, después pasa alguien y los recogen, “pasa el recolector, como el de la basura, pa´ llevarse los regalos porque los van a vender” asegura Ángel Santos, quien se salió del asilo por “harto, enfadado, enfermo” y sin embargo, dice que sus hijas nunca le creyeron.

Actualmente, tanto Carmen como Ángel se encuentran refugiados en Ministerios Hezed, que es un comedor público y una casa para indigentes. El lugar se sostiene por medio de un bazar ubicado en la avenida Colosio número 374. La responsable del lugar es la señora Carmen Alicia Ornelas Arrollo, a quien llaman como de costumbre “Mamá Carmen”.

La señora Alicia atiende alrededor de 30 personas, entre ellas, algunas con problemas de esquizofrenia. Ella cuenta que ya hay como seis ancianos que se han escapado del Asilo Zelayeta para pedir refugio con ella, a pesar de que la casa de Ministerios Hezed está en condiciones muy, muy deplorables en comparación con el Asilo Zelayeta.

Luego de ir a la fiscalía, los encargados de recibirlos en mostrador enviaron a Carmen y Ángel al Centro de Justicia para la Mujer, cerca de la Feria. Allí se les atendió y se inició una investigación pero hasta el momento, no se han dado declaraciones públicas de los resultados que arrojó dicha investigación.

Así que el martes 28 de Abril, siguiendo nuestra propia investigación, y con la intención de confrontar los hechos, se acudió directamente con la Directora del Asilo de Ancianos “Juan de Zelayeta” para obtener su declaración de lo que acontece.

Sor María Virginia Portillo Chávez, dijo que es verdad que la crisis económica mundial les está afectando. Textualmente explicó que “estamos con una escases de pañales, en la alimentación también, que antes no la teníamos”, “la crisis económica ha afectado al servicio de calidad que le damos a los ancianos” pero negó rotundamente que dentro del Asilo de ancianos se lleve a cabo cualquier tipo de violencia hacia los adultos mayores.

Comentó que “el 27 de febrero cumplió 60 años esta institución. ¿Cómo va a ser posible que haya subsistido tantos años con tanto maltrato? Ya desde cuando nos hubieran descubierto”, y añadió:

“Tengo 30 años aquí. No voy a permitir que se abuse. Al contrario, ellos nos pegan a nosotros. Si está enojado un abuelo, pas, si lo vas a bañar y dice no me quiero bañar, pas. Y no hay problema, sabemos que no lo hacen con maldad ni con intención, están mal. Tienen Alzheimer, tienen demencia senil” aseguró.

En cuanto a Carmen y Ángel, la directora del asilo reconoció que ambos estuvieron internos allí, aunque fueron excepciones, pues por la edad ninguno de los dos debería de haber formado parte del asilo, pero que sin embargo se les dio la oportunidad de ser atendidos. Dijo que a ella se le recibió porque estaba muy necesitada, y a él porque su hija, a quien él abandonó, no podía cuidarlo. Así fue como Carmen y Ángel se conocieron.

Sor María Virginia precisó que a Carmen la despidieron por mala conducta, “a ella muchas veces le llamé la atención porque a todas las visitas les decía que no tratábamos bien a los ancianos, que no les dábamos de comer, que les dábamos comida echada a perder, que ni siquiera los curábamos ni nada. Y es falso, puede preguntar. Aquí se gastan 40 mil pesos mensuales de medicamento, ¿entonces para qué los gastamos si no se los damos? Sería una tontería estar comprando medicamento y que no se les diera”, enfatizó.

En cuanto a Ángel Santos, la directora dijo que “Él porque es muy, muy grosero” después de muchas veces que le dijimos pórtate bien, no respondas así a los compañeros, al personal. No acató las indicaciones, aquí debe de haber normas”.

Sor María Virginia coincide con Carmen en que la famosa “Sor Lucy”, acusada de cachetear a los ancianos, no es madre, “no trae hábito porque no es religiosa, es laica consagrada”. Pero niega cualquier maltrato de su parte hacia los ancianos.

En cuanto a los donativos en especie o regalos que se les dan, explica que “A veces les llevan 1 lata de atún, ¿cómo les voy a repartir 1 lata de atún a los ancianos? ¿Cómo les voy a repartir 1 kilo de frijol a los ancianos? Pues eso va a la despensa donde está la comida para que se les vaya preparando” Explicó que tienen que administrar las cosas que reciben porque los ancianos no pueden.

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