En Los Ángeles Negros se destacaba la voz de Germain de la Fuente, quien después de su etapa con este conjunto, se dedicó a solista. Siempre logró indiscutibles triunfos. Su voz para la balada romántica es considerada como de las más dulces y entonadas del género grupero. Sin embargo su personalidad y su egocentrismo lo separaban del grupo y provocaba la crisis interna.
Los querían en Tepic
Creo recordar que en ese 1974 los tepicenses insistían en traerlos. Supuestamente era muy caro contratarlos. Pero había un joven muy empeñoso, muy terco, José Tomás Limón Lepe, quien era presidente del comité ejecutivo de la sociedad de alumnos de la Preparatoria Número Uno de la Universidad de Nayarit, “Unidad Liberal Benito Juárez”. Limón Lepe sacaba fuerzas de flaqueza. Logró contactar al grupo y le dijeron que de aquí fueran a León, Guanajuato a entregar el afianzamiento para la presentación de Los Ángeles Negros en Tepic.
El baile, el desborde
Se contrató el dinero, la fecha y el lugar se encontró en el estacionamiento del Portal Vázquez, que entonces estaba en reconstrucción. La entrada estaba por un zaguán de la avenida México entre las calles Amado Nervo y Zaragoza. Como se puede deducir, el lugar improvisado para Casino no tenía las adecuaciones para el Baile, pero se realizaron los acondicionamientos que se pudieron.
Al anunciarse la presentación de Los Ángeles Negros en Tepic, no se hablaba de otra cosa. Los reservados se agotaron en unas cuantas horas. Se amplió el cupo hacia otro recodo del estacionamiento en donde había escombro y lo limpiaron para que cupieran otras cincuenta o sesenta mesas. Hasta se les pasó la mano y no salieron las cuentas en cuanto a venta de boletos por cupo permitido, lo que obligó a mucha gente a permanecer afuera del local, en la calle, a la hora del baile. Se tuvo que interrumpir el tránsito vehicular en la zona.
Era un auténtico tumulto que por fortuna no llegó a consecuencias graves, solo alguno que otro conato de riña en los alrededores. El lugar para el Baile no reunía las exigencias de un Casino convencional, -como se ha dicho-, por lo cual el sonido era deficiente, y el aforo insuficiente para albergar a tanta gente. Sin embargo, la fiesta se desarrolló aún a pesar de que se iba la luz constantemente. El propio público había improvisado dos pistas de baile, empequeñecidas por la saturación de mesas y sillas extras, pero eso no interrumpía la emoción de estar escuchando la música en vivo de Los Ángeles Negros y la voz de Germain. Hasta las personas que llegaron tarde y les tocó a media calle, incluso con boleto pagado, tuvieron que gozar del baile al aire libre. Ya ni cabían, para qué protestar. La estridencia llegaba hasta el exterior. Los baños no importaban, al cabo era una finca en construcción.
Germain quiebra con el grupo
El grupo de Los Ángeles Negros vienen a Tepic ya en muy maltrecha relación con su primera voz Germain de la Fuente. Se hospedaron en el recién inaugurado Hotel Fray Junípero y los empleados del lugar estaban siendo testigos de las “broncas” internas del conjunto. Germain se portó groseramente con un grupo de fanáticas tepicenses que pidieron verlo en el Lobby para pedirle autógrafos. Germain no parecía estar en sus cabales ese día y al abusar de su filtreo con algunas chamacas de aquí, tuvieron que intervenir los organizadores, familiares, e incluso la fuerza pública. El grupo pidió disculpas. El resto de los integrantes del famoso conjunto dejaron entrever que tal vez, ésta, en Tepic, era la última presentación de Germain como ángel negro.
Quienes escucharon los comentarios anteriores ya parecían traer una respuesta preparada:
-¡Aquí hay solistas que cantan igual que Germain de la Fuente!-
Los líderes de la organización musical se llevaron los nombres de dos cantantes locales a quienes les prometieron avisarles de las “pruebas”, o Audiciones, que habría para suplir al desordenado solista ya despedido.
Los nombres de los vocalistas de Tepic que se llevaron en su agenda Los Ángeles Negros eran uno Ismael Montes, y el otro Camerino López.
Poco más tarde, (no pasaría mucho tiempo), se anunciaba por todos los medios informativos, que Ismael Montes era la voz suplente de Germain de la Fuente en “Los Ángeles Negros”. Nota de impacto, “nota bomba” en ese momento en la sección de Espectáculos de todos los países de Latinoamérica y sur de Estados Unidos. Solamente en Chile se lamentaba la ausencia de Germain en el grupo. Los demás países esperaban la actuación de Ismael Montes, el tepicense que había ganado el “casting” en Caracas, Venezuela. Camerino López no pudo viajar fuera del país, y perdió su oportunidad, -cierto o falso, esa era una versión que trascendió-.
Ismael fue siempre un muchacho muy sencillo, de color moreno, que habría de pasársela cantando toda su vida, desde el campo en donde su familia se crió, hasta que al final de sus años, buscando soluciones, se dedica a ayudar a otros músicos, se entrega a su perdón de vida, refugiándose en la música de religión.
Dejo para ustedes la transcripción de un fragmento de relato en donde nuestro amigo Miguel Ángel Casillas Barajas se refiere a Ismael Montes y sus inicios como cantante ya en terreno profesional.
Sobre Ismael Montes Nieves, breve relato de M. A. Casillas Barajas
“Yo formé en los años 65 un grupo de rock al que le puse el nombre de “Los Fugitivos” Los integrantes originales que lo constituimos éramos: Miguel Moreno Fabián mejor conocido como “El Guanas” (requinto) y quien fungía como director musical; Edwin René Zárate, (bajista; Juan Tiznado Cristóbal (baterista); Lorenzo Gómez + (cantante), y su servidor Miguel Ángel Casillas Barajas (segunda voz y guitarra).
“Recuerdo que una vez que estábamos ensayando en la pequeña terraza de mi casa familiar, por la calle León pasando la Pedraza, observamos que un muchacho sencillo que arreaba unos burros cargados con leña y carbón y se quedaba mirando el ensayo del grupo, olvidándose completamente de los animales quienes ya se habían dispersado por todos lados de la calle.
“Cuando habíamos concluido el ensayo, cada quien tomó sus instrumentos para retirarse a sus casas a descansar, pero se acercó este chico y nos pidió de favor que lo dejáramos cantar una canción con el grupo.
“Entonces conectamos las guitarras nuevamente, y dimos algunos acordes de la canción “El Cartero” de los Apson y entonces quedamos sorprendidos de la calidad interpretativa y voz que tenía aquel muchacho.
“Después de escuchar la voz de ese joven el cual se llama Ismael Montes Nieves, nos quedamos el Guanas y yo perplejos de escuchar la fuerza interpretativa, la afinación, el temple y la gran voz que tenía, amén de su estilo nato que era muy parecido al de los Apson. Solo habría que hacer algunos ajustes a su manera de cantar ya que Ismael había participado en varios concursos de aficionados en la radio XEXT interpretando principalmente música ranchera. Dominaba casi a la perfección las canciones de Javier Solís.
“¡No cabía la menor duda!, después de que se fue Ismael, El Guanas y yo nos felicitamos efusivamente. Habíamos encontrado un buen cantante, aunque sabíamos que teníamos que pulirlo un poco para convertirlo en rockero como si fuera un diamante en bruto, hasta hacerlo brillar en el escenario.
“De esta manera nace la leyenda musical llamada Ismael Montes Nieves en el ámbito artístico, ex cantante de Vallarta Show, y del grupo chileno “Los Ángeles Negros” y últimamente intérprete de canciones cristianas”.
Un final sin final
Hasta aquí los fragmentos que nos brindó Casillas Barajas para conocer a Ismael Montes en algunos de sus inicios como cantante. Luego estaría en varias agrupaciones en diversos géneros.
Ismael Montes Nieves murió en el año 2009 en esta ciudad. Los músicos lo recuerdan con cariño, ya que en su Estudio de Ciudad del Valle, les daba oportunidad a muchos novatos y profesionales para que grabaran o ensayaran su música.
Sé que muchos lectores tendrán mucho que añadir a esta historia, y para eso los espero en mi muro de Facebook que publico a mi nombre “Bernardo Macías”, busquen y comenten, ya que esta columna se publica los viernes también en las redes sociales, a través de https://enfoquenayarit.com/
Ahí le seguimos.