¿El fin de una buena racha?

Con visión ciudadana

Cuando algo se vuelve rutinario, olvidamos incluso que las cosas pudieran suceder de otro modo, ciertamente este principio aplica para cosas sencillas, las cosas complejas o difíciles de obtener siempre conllevan un pensamiento previo sobre su resultado, no obstante el ritual de fin de año del Teletón se había convertido para todos los mexicanos en una rutina que no ha admitido un resultado distinto después de años y años de siempre alcanzar la meta pareciera que de algún modo todo está arreglado para siempre alcanzarla lo cual en estricto sentido es positivo, la realidad es que la fundación Teletón ayuda a miles y miles de niños a sobrellevar sus limitaciones y a llevar una vida mejor y mucho más digna, a la fecha son miles de almas las que ha ayudado el Teletón.

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Sin embargo este 2015 presenta un reto bastante descomunal para la siempre ascendente meta del Teletón, si el año pasado fue complejo llegar a la cifra anhelada este año se antoja casi imposible y no por el estado que guarda la economía nacional, los últimos años han sido cuando menos complejos para los bolsillos de todos nosotros y aún así la meta se ha alcanzado, es más ni en aquel 2008 cuando estalló la crisis mundial se dejó de alcanzar la meta. Para esta edición del evento el obstáculo principal no es la falta de circulante, si bien es una agravante el hecho que por fin parece pondrá fin a la racha de victorias es la falta de credibilidad en el organizador del evento, la televisora dominante en nuestro país se enfrenta a un problema serio de credibilidad entre la población después de numerosos escándalos que han pasado en los últimos meses y años.

Si bien es cierto que Teletón no es propiamente un agregado de Televisa, no menos cierto es que la empresa del Sr. Azcárraga tiene un profundo vínculo con la fundación y se han vuelto dos marcas inseparables en el imaginario colectivo del país y después de haber tenido que librar el escándalo de las camionetas que traficaban dólares en Centroamérica, el escándalo de la Casa Blanca de la primera dama y más recientemente el affaire de una de las figuras más representativas de la televisora, Joaquín López-Doriga y sus muy opulentas finanzas personales, la gente está viendo con otros ojos a la productora de tantas novelas que entretuvieron al público y al principal organizador e impulsor del Teletón.

Ciertamente por más mínima que sea, pedir una aportación al ciudadano en una situación económica apretada cuando la televisora hace pagos de 80 millones de pesos a una sola actriz u ofrece como prestación un sueldo que da para comprar múltiples departamentos de lujo en las zonas más exclusivas del país y hasta la patente de corso para tratar de extorsionar personas a través del poder que dan los medios, no dejan bien plantada a la noble intención del Teletón, pero veremos qué sucede, si tuviera que apostar creo que este será el primer año en que no se llegue a la meta, ojalá que me equivoque.

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