EL INSOLENTE TLÁLOC

LA VERDAD… SEA DICHA/Martín Elías Robles

     Qué tal, amigo lector; lamentablemente la zona norte de Nayarit ha sido nuevamente vapuleada por el dios Tláloc, tras el paso del huracán Pamela que ocasionó el desbordamiento de los ríos; otra vez Tuxpan, Tecuala, Huajicori y Acaponeta entre otras poblaciones se vieron muy seriamente afectadas. Por desgracia, son muchas las familias que han perdido sus bienes, que se han quedado sin nada. Ciertamente ha sido loable la primera reacción de las autoridades en sus tres órdenes de gobierno; en la medida de lo posible ha llegado a la zona siniestrada comida, ropa, agua, artículos de limpieza, y una serie de productos indispensables para mitigar las necesidades de los afectados; hay gente trabajando en la reconstrucción.

Publicidad

La preocupación del Gobernador, Miguel Ángel Navarro Quintero, es notoria, ya está en la declaratoria de desastre, y coordina los apoyos en materia ambiental, de infraestructura, agrícola y de salud tanto en el gobierno estatal como en el  federal; no sólo él está preocupado, también las diputadas y diputados del Congreso local liderados por la presidenta de la cámara, Alba Cristal Espinoza, están siendo solidarios en eso de tender la mano amiga, como lo están haciendo las organizaciones independientes, los partidos políticos, la misma ciudadanía nayarita que ha acudido a los centros de acopio para llevar algo de ayuda a los hermanos necesitados. Sí, coincido con quienes opinan que en situaciones como esta el único interés que debe prevalecer es el de servir al desprotegido, lejos de vanidades, de promociones políticas o lucimientos personales, aunque es importante destacar el trabajo de quienes de buena fe prestan su apoyo a una causa noble, Ya sabemos que en el caso de las autoridades gubernamentales es su obligación velar por la seguridad del pueblo, pero qué grato resulta cuándo la obligación se transforma en un compromiso de humanidad, en un acto de generosidad por parte del funcionario. Son muchas las afectaciones en el  norte de Nayarit, ojalá el gobierno del estado y la federación puedan a la brevedad acercar recursos económicos importantes para reconstruir la zona, para regresarle algo de lo perdido a sus pobladores, y ojalá también, la ayuda que se ofrece realmente llegue a las personas afectadas; y que no suceda como en las otras ocasiones en que todo se quedó en palabras, en promesas vanas.

Oiga, amigo lector, que cosas; apenas inicia este gobierno del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, y ya tiene un asunto más por resolver, como si no tuviera suficiente con el problema económico que le dejaron la bola de bandidos del gobierno anterior. Lo bueno es que el Presidente Andrés Manual López Obrador, ya comentó que está viendo la posibilidad de echarle la mano a los gobernadores nuevos que recibieron a su estado con deuda y sin centavos en sus arcas… EN LA FARÁNDULA. Llegué al céntrico edificio acompañando a un extraordinario guitarrista, don Rubén Esparza, repertorista de los artistas más importantes de este país. El lugar era un exclusivo gimnasio de la Colonia Polanco en la Ciudad de México. Subimos una escalera de madera muy elegante para luego ser recibidos por una atenta señorita que nos indicó que Elizabeth nos atendería en un momento. Un día antes, en el modesto estudio del maestro, ubicado en Tepepan, encantado apreciaba las fotos que colgaban de la pared, esto mientras el maestro Esparza disfrutaba de un rico desayunito; eran fotos en verdad interesantes, el maestro con José José, con Marco Antonio Muñiz, con Lola Beltrán, con María Félix; una imagen única donde la Doña mostraba su pose de diva, y el maestro Rubén aparece con su guitarra cantándole muy al oído, cuánto habrá disfrutado don Rubén ese encuentro con la gloria del cine nacional.    

Me cité con él para que me hiciera el favor de grabar una canción mía con su extraordinaria guitarra, para mi fortuna aceptó inmediatamente. Luego de platicar un poco, ya en asuntos generales, me preguntó si no estaba interesado en conocer a Elizabeth Aguilar. Me quedé con el ojo cuadrado; se refería a la Playmate mexicana, la primera mujer de nuestro país que se desnudó para la revista del conejito. -Vamos, le doy  a ella la clase de canto y de pasada usted le muestra sus canciones- Me insistió.

El Maestro Rubén Esparza es un hombre noble; dice que a los consagrados les cobra muy bien por sus clases, pero con los que empiezan a veces tiene que darles para los camiones. Ya en el gimnasio, estábamos instalados en unos cómodos sillones negros de piel, cuando hizo su aparición Elizabeth Aguilar, un portento de mujer, vestía unos mallones de licra que hacían lucir su esbelta figura, y una blusa sport escotada que dejaba apreciar sus atributos personales. Sin duda, en ese entonces, una mujer espectacular; alta, de piel morena clara, con unos ojos grandes, negros, muy expresivos, unos labios carnosos, y con una espalda que al remate del cuello dejaba lucir unos lunares sexis que invitaban a soñar. Para qué le digo más, Elizabeth era una diosa. Saludó al maestro Esparza, él me presentó con ella, le dio la clase, y descubrí que lo suyo no era el canto; ya ni hablé de mis canciones. robleslaopinion@hotmail.com

Publicidad