El orgullo y la familia

Simples deducciones

por Juan Chávez 

¿Cómo se dan los malos entendidos? ¿En qué momento se pierde la voluntad para resolver las diferencias que existen no sólo entre las personas, sino con los seres queridos, entre la familia? Le pregunto a la señora Teresa, quien me cuenta que está muy frustrada y triste, ya que actualmente su familia está dividida, casi no se hablan  “sacan chismes y mentiras entre mis propios hermanos, mi mamá; yo no sé cómo va a terminar la situación y lo peor es que no veo la forma de que se solucionen los problemas, me frustra mucho no poder ayudar a que todo esté bien, como antes”, me enfatiza. 

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Doña Tere, como le gusta que le digan, me explica que pese a la distancia que separa a la mayoría, hasta hace unos meses su familia era muy unida, su papá y mamá —quienes son adultos mayores—, su hermano menor Jesús, sus tres hermanos mayores Mario, Dalia y Antonio y las esposas e hijos de cada uno de ellos; no obstante, a mediados del año pasado tres de sus hermanos tuvieron una discusión en una comida en casa de sus padres y en donde también vive Jesús con su esposa, y hasta la fecha no han podido solucionar dicho mal entendido. 

“No estoy segura de cómo pasó, fue en el cumpleaños de mi papá, nos juntamos casi todos los hermanos, la única que faltó fue Dalia, porque ella vive en Estados Unidos, pero Toño vino desde Zacatecas y Mario de Guadalajara. Yo me di cuenta que discutían hasta por la comida, por los invitados y varias cosas pero creo los reclamos fueron por tonterías, que según Mario había dicho que Jesús no cooperaba nada para la casa donde vive con mis papas y que su esposa no hace nada de qué hacer, de ahí comenzaron los reclamos”. 

Doña Tere es vecina de sus papas aquí en Tepic, ella es quien tiene contacto directo siempre con ellos y con su hermano Jesús y su esposa. Asegura que es testigo de cómo su cuñada se atiene a su mamá casi en todos los sentidos,  “es verdad, ella casi no sabe de atender a mi hermano Jesús, ella no trabaja pero rara vez hace comida, se la pasa visitando a sus papás, o saliendo con amigas; yo mantengo mi distancia de con ella pero no le digo nada, a mi mamá si le he comentado pero dice que es una buena muchacha, de ahí no la saco”. 

“Yo siempre le ayudo en sus cosas, cuando se enferma o así, igual a mi papá; mis hermanos me apoyan con dinero para sus medicinas, nos ayudamos como podemos pero como yo estoy aquí con ellos pues me toca cuidarlos más. Jesús es muy buena persona, cuando puede nos ha apoyado a todos también pero tiene un año o dos que se la ha visto difícil económicamente hablando, sin trabajo, y fue justamente después de casarse que le empezó esa racha, primero rentaban aquí cerca de la colonia y después se vino junto con su esposa a vivir aquí a la casa de mis papás”.

En opinión de doña Tere su cuñada ha influenciado mucho a Jesús, quien se ha dejado llevar por comentarios que le dice su esposa y ha tomado conductas violentas contra sus hermanos “él se ha portado muy mal con mi hermano Mario e incuso con Dalia, dice muchas cosas de ella, de que ya no le manda dinero a mis papás y que está enojada porque la casa se la van a dejar a él por ser el más chico, hasta ha reclamado que según se burla de su esposa en el face o que hace comentarios o insinuaciones contra ella, imagínate”. 

Para las fiestas de diciembre el año pasado, Antonio intentó que sus hermanos menores Mario y Jesús hablaran y resolvieran sus diferencias; “Mario nada más pasó noche buena y navidad en la casa y Jesús se fue con sus suegros esos días, a pesar de que Toño habló con él y le había pedido que ya platicara y se pusiera bien con Mario; Jesús se deja llevar por los chismes demasiado y su esposa nos está poniendo a todos en contra de él, ya hasta de mi le dice cosas. Dalia a veces tiene contacto con Jesús pero es muy poco, Mario no le habla y Toño se molestó otra vez con él porque dice que ya se dio cuenta de la realidad, se estuvo más de una semana de vacaciones aquí con mis papas y se percató de que la esposa de Jesús no hace nada más que hablar de la gente”.

Aunque doña Tere insiste que el principal problema es su cuñada, le explico que desde mi perspectiva lo más grave es la actitud de su hermano Jesús, ya que para resolver cualquier diferencia se debe tener voluntad y más allá de creer o no en los “chismes” que le dice su esposa, Jesús debe darle la oportunidad a sus hermanos de que aclaren o expliquen cualquier comentario que hayan realizado, no podemos dejarnos llevar por el orgullo y el coraje, menos cuando se trata de un ser querido, o ¿tú qué piensas? Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi correo juanfechavez@gmail.com

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