El poder por el poder

Visor Nayarita

En nuestros días, se acusa en forma recurrente a muchos políticos por buscar el poder por el poder; refiriéndose con ello, a todos aquellos políticos que sin proyecto para el desarrollo de la sociedad sólo buscan arribar al gobierno para abusar del cargo y enriquecerse de manera ilícita. Lo más triste de esto, es que hay ciudadanos que comparten dicha forma de ser y actuar de este tipo de políticos y añoran tener algún día la oportunidad de ser como ellos, como se lo dijo Polo a Sócrates en el “Diálogo de Gorgias”, en donde, Polo sostiene que es envidiable la vida de un tirano, cuyo poder es tanto que decide la vida de todos, de manera justa o injusta, dado que para eso es el poder que ostenta. Sócrates le señala que en ocasiones ese tirano comete injusticias y que ello es más malo para él, que para el ciudadano que recibe la afectación de dicho acto injusto y de que un gobernante no puede determinar sus acciones sin justificarlas en la ley de manera que, quien utilice el poder para hacer cosas arbitrarias, debería ser castigado irremediablemente, importante la mención de esta obra donde Sócrates plantea que el poder no es la ley, ya que los actos de los gobernantes deben siempre estar enmarcados en lo que señala la ley y no al contrario. Así, Sócrates demuestra a Polo que el límite del poder es la ley; pero por desgracia, la realidad política es otra, y se practica sólo para el bienestar propio y no de los demás.

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Respecto a cómo gobernar un país, Cicerón – Senador, Cónsul romano y uno de los estadistas más grandes de la humanidad, planteó las siguientes tesis: 1.- Existen leyes universales que gobiernan la conducta de los asuntos humanos; 2.- La mejor forma de gobierno es la que se basa en el equilibrio de poderes; 3.-El gobernante debe poseer un carácter y una integridad excepcional. 4.- El político siempre debe tener cerca a sus amigos, pero más cerca a sus enemigos; 5.-Todo político debe poseer una sólida formación académica; 6.-Los resultados gubernamentales dependen en mucho de la capacidad de negociación de los gobernantes; 7.- No hay que subir los impuestos si no es absolutamente necesario; 8.-La inmigración fortalece a los países; 9.- Nunca hay que iniciar una guerra injusta; y 10.- La corrupción es el principal problema de toda nación.

Pero centrémonos por ahora, en el pensamiento de que todo político para que realmente lo sea, debe poseer una sólida formación académica. Para Cicerón, la tarea fundamental de todo político es la persuasión de los ciudadanos respecto de lo que debe seguirse para alcanzar una vida mejor de toda sociedad, sin embargo al igual que Sócrates, creía que dicha tarea es imposible de realizar si el político no tiene un conocimiento profundo de las ciencias en las que pueda sustentar sus discursos, y en esta visión el político por necesidad debe tener un perfil académico. Cicerón vio y supo en los hechos, el daño que le hace al estado un político ignorante. Hoy, lo académico no se encuentra en la mayoría de los políticos creen que con sus mentiras engañan a todos. Y en este contexto, el ciudadano harto de escuchar el discurso de los demagogos ha terminado por caer en una peligrosa trampa: La de no querer analizar profundamente los problemas del país, y así cualquier aventurero puede arribar al poder.

La mayoría de los políticos de México, son desafortunadamente, sinónimos de corrupción e impunidad. Cualquier ciudadano puede observar, en este tipo de personajes, inmensas riquezas, provenientes de los impuestos que pagan los ciudadanos, particularmente los de clase media, que ha sido vilipendiada y hurtada, por esta clase de individuos. Políticos de todas las tendencias, del centro, de derecha o de izquierda; que la gente conoció con una vida modesta y de trabajo; a partir de que ocuparon algún cargo elección popular, o en la administración pública, de la noche a la mañana aparecen como ricos potentados. ¡Todos hablando a nombre de los ciudadanos de la democracia!, ¡Todos deshaciendo entuertos y vengando agravios! que viven de la política y no para la política, pero como el veneno, la misma enfermedad contiene su antídoto, porque son los ciudadanos de un país y sólo ellos, los que crean una situación degradante de todo país, luego entonces, atendiendo lo establecido por el artículo 39 de nuestra Carta Magna, es el pueblo quien puede enmendar los asuntos de nuestra República a través de su voto reflexivo por la mejor opción política.

Por todo ello, se aduce que la mejor forma de gobierno es donde impera la democracia, aquella donde existe un verdadero y sano equilibrio de poderes, donde se abata la desigualdad social, donde se atiendan los problemas de educación, salud, vivienda y de pobreza, donde se atienda a la juventud que requiere de mejores oportunidades para hacer frente a los devenires de la vida, en suma donde verdaderamente se atienda y resuelva las demandas y peticiones del pueblo, y donde políticos y funcionarios tengan una sólida formación académica que les permita realizar una sana administración con verdadera transparencia y que comprendan y atiendan al bienestar común. ¡Sea Pues!

Esperemos y comentaremos…frago2009@hotmail.com

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