Simples Deducciones
Mauricio fue, hasta antes de los 14 años un niño y adolescente sin problemas, jugaba, corría, estudiaba y coqueteaba con sus compañeras de escuela y vecinas de la edad, Marycruz le encantaba recuerda su primo Aarón, “de lo que le daban mis tíos para la escuela guardaba algo, de ahí le llegó a comprar chocolates o una rosa el 14 de febrero e incluso una vez se animó a invitarla una nieve, Mau era muy tímido”.
“A mí me dolió mucho cuando él hizo eso de colgarse, yo fui quien lo encontré porque me regresé a casa, una hora antes estuvimos platicando, estaba muy triste, no se había bañado en varios días, estaba poco hinchado, su piel ya era de color oscuro y había perdido las ganas de seguir adelante, le dijo el doctor que sólo una donación de riñón lo ayudaría pero él ya había perdido toda esperanza, pasó de la diálisis a la hemodiálisis y de la alegría a la inmensa tristeza”.
“Lo llamaron cobarde por poner fin a su existencia, eso me encab…por qué la gente se erige cómo un juez, quién le da derecho a juzgar, a señalar, a condenar sin saber los motivos, Mau era toda alegría, quería vivir, casarse, tener hijos, ser abogado pero la enfermedad lo comenzó a frenar física y mentalmente desde adolescente, ni el gusto por la comida podía tener porque le habían prohibido todo, yo ahora con mis hijos estoy con cierto trauma, no los dejo tomar refresco y ando diciéndoles que no coman carne de puerco”, agrega Aarón.
En este 2017, van 9 suicidios, cuando escucho la historia de Mau, me pregunto si realmente son “cobardes”, si en verdad es “la puerta falsa” o la “salida fácil”, si todos los que han decidido partir lo hacen “por los motivos conocidos”, tales como falta de dinero o de amor, nunca creí que había motivos como este para decidir ya no vivir, quizá porque como dice Aarón, “¿y eso es vida?, conectado a una máquina toda la noche o piqueteado con la cosa esa que les ponen”, la piel se me eriza al pasar mentalmente el relato de este joven y casi puedo ponerme en sus zapatos.
Aunque nunca he vivido de cerca lo que pasa una persona con falla renal, se menciona como una enfermedad que acaba lentamente a las personas, que las sume en la tristeza y que como todos los males, abraza a las familias en un caos de lucha para salvar la vida de sus seres queridos.
¿Habrá más Mauricios?, habrá quienes por razones muy distintas a “las ya conocidas” ponga un alto a su transitar por este mundo, pensarán en lo que dice la iglesia católica, que su alma va a herrar por la eternidad y no encontrará descanso alguno.
Son interrogantes que no me puedo contestar, pero que esta historia me ha dado un punto de apoyo para no pre juzgar a nadie que decida irse de este mundo terrenal, tras de ellos dejan un camino impregnado de dolor y falta de entendimiento en sus familias y yo lo único que pido es no vivir algún día un doloroso capítulo similar al de Aarón, quien a casi un año de que encontró a Mau sin vida, sigue yendo a terapias porque por las noches despierta sudando debido a que revive esa noche y las horas siguientes. Mándame tus comentarios dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo juanfechavez@gmail.com