Empresa mantenía en condiciones infrahumanas a doscientos tarahumaras

Los indígenas fueron rescatados por la STPS de la explotación laboral en que los tenía Corporativo El Cerezo en Chihuahua

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) rescató a 200 tarahumaras en condiciones infrahumanasy de semiesclavitud, quienes estaban retenidos en un campo de siembra de papas en el municipio de Comondú, en Baja California Sur (BCS).

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Los indígenas fueron trasladados por tren y barco desde el municipio de Creel en el estado de Chihuahua hasta BCS por “enganchadores” al servicio de la empresa El Cerezo Sociedad Agrícola, con sede legal en el estado de Guanajuato.

El titular de la STyPS, Alfonso Navarrete Prida, informó que al tenerse conocimiento del caso se pidió el apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR), del Servicio de Administración Tributaria (SAT), de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y de la Procuraduría estatal.

“Más de 200 indígenas tarahumaras trasladados con engaños para trabajar a 900 kilómetros de sus comunidades en condiciones vergonzosas e ilegales de insalubridad y de miseria salarial”, expuso.

En dos campamentos improvisados vivían en condiciones de hacinamiento las familias tarahumaras, incluidas mujeres y menores de edad, quienes también laboraban en los campos de papa.

“Se encontraban alojados en un predio del municipio de Comondú en condiciones insalubres hacinados en pequeñas chozas elaboradas de manera provisional con palos, cintas, plásticos negros, costales y cartón, entre charcos de lodo y basura, con baños totalmente contaminados y poco acceso al agua.

“Ahí se encontró un aproximado de 15 niños, desde bebés hasta adolescentes menores de 14 años”, refirió Navarrete Prida.

No se les pagaba su salario semanal o quincenal a fin de que no pudieran salir de la región y regresar a su lugar de origen, y la empresa les prestaba 200 pesos a la semana para que pudieran adquirir comida.

El Cerezo Sociedad Agrícola les había prometido que al final de la cosecha les pagaría 4 pesos por cada costal de papas cosechado, para después volverlos a trasladar en grupo a otro sembradío. La empresa ha sido suspendida de sus actividades y enfrenta acusaciones penales y por trata de personas.

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