La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dio a conocer el hallazgo de 550 aves y cuatro lobos marinos en aguas del Puerto de San Felipe, Baja California.
Hasta ahora, las autoridades desconocen el motivo de la muerte masiva de los animales silvestres, aunque expertos ya realizan los estudios correspondientes para determinar las causas de la tragedia.
El hallazgo se dio luego de que inspectores de la Profepa realizaban recorridos de vigilancia en el Puerto de San Felipe. De acuerdo con la Subprocuraduría de Recursos Naturales de la dependencia, los especímenes fueron localizados en un tramo de 10 kilómetros, partiendo de la escollera del Puerto de San Felipe hacia el Sur.
La Profepa coordina la atención de la contingencia con elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), para lo cual establecieron un cerco sanitario y recolectaron los cadáveres y las muestras para su análisis de laboratorio.
En esas actividades también participa personal de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), del Instituto de Servicios de Salud Pública (Isesalud) y de la Delegación Municipal de San Felipe.
La Profepa señaló que para evitar riesgos sanitarios en las personas y otras especies animales, las aves muertas fueron colocadas en bolsas de plástico para su sepultura.
Por su parte, el Isesalud recomendó emitir un cierre precautorio en la zona marítima terrestre, a fin de proteger a la población.
Inspectores de la Profepa y personal del Senasica realizaron una nueva colecta de muestras de aves y lobos marinos para realizar los estudios de laboratorio y hacer el análisis patológico, con el apoyo del Instituto de Investigaciones en Ciencias Veterinarias de la Universidad Autónoma de Baja California.
Considerando la experiencia que otros países han tenido en la investigación de las causas de muerte de aves marinas, la Profepa plantea como hipótesis que dicho evento puede estar relacionado con el cambio climático, toda vez que las variaciones en la temperatura del agua ocasiona que los cardúmenes de peces se ubiquen a una mayor profundidad y, en consecuencia, las aves no puedan obtener su principal fuente de alimento.
Ante este tipo de eventos se recomienda a la población no introducirse en las zonas de contingencia. En caso de detectar animales muertos, no tocarlos o manipularlos, y dar aviso inmediato a las autoridades locales.
Con información de Proceso