¿Equidad de género?

Simples Deducciones

Mañana se celebra el día de Internacional de la mujer, un día que es sumamente importante en el mundo, miles de actores políticos, organizaciones, luchadores sociales y demás, realizan marchas, hacen pronunciamientos públicos, exigen por los derechos de este sector, pero, ¿realmente funciona todo eso?, ¿hay avances en la equidad de género?

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En lo personal creo que son pírricos, máxime cuando vemos una sociedad cada vez más violenta con las mujeres, más apática con sus problemas, creyendo que como diario pasa es normal y correcto; que las mujeres ganen menos que los hombres, que son débiles, menos inteligentes y por eso no deben aspirar a altos puestos; que son las únicas responsables de las tareas del hogar, que se les debe usar como objeto sexual, entre decenas de conflictos más.

A 95 años de que se celebró el primer Día Internacional de la Mujer —con la exigencia de poder votar en las elecciones, de ocupar cargos públicos; derecho al trabajo, a la formación profesional y la no discriminación laboral—, si hay avances, las mujeres gozan de su derecho al voto; no obstante esto no es suficiente, ni siquiera estamos cerca de que exista equidad de género en el país.

Los Gobiernos de todos los partidos políticos celebrarán el Día Internacional de la Mujer toda la semana, conferencias, eventos y demás, desafortunadamente la mayoría sólo se queda ahí y no hace acciones  concretas en beneficio de este sector (aquí hago un paréntesis para aplaudir la gestión del Gobernador Roberto Sandoval de un Hospital de la Mujer en el estado).

Pero más allá de qué están haciendo los Gobiernos —que urge que se apliquen y en el fondo es el objetivo de toda exigencia social— la clave para mi es que se ha perdido el verdadero espíritu de lucha, de hacer la diferencia, demandar y exigir  los derechos civiles que deben gozar, no sólo las mujeres sino todos los sectores de la población.

Me queda claro que es todo un reto reeducar a las nuevas generaciones, máxime  cuando los maestros, es decir, padres de familia o cualquier adulto, no dan el ejemplo o no tienen claro lo que deben enseñar a los niños y jóvenes; aquí quiero comentar algo que puede sonar un poco discriminativo, pero es todo lo contrario, tal vez a personas que no han recibido una educación extenuante de nivel medio o superior, que todo el tiempo han crecido en una ambiente donde se reproduce el sistema que ya mencionaba, sólo tal vez, resultaría imposible juzgarlas por caer en muchas acciones que fueran en contra de la equidad de género.

Pero cuando aquellos que son los encargados de que existan igualdades sociales promueven la violencia de género, reproducen los estereotipos y arquetipos en contra de la mujer, se evidencia que andamos por muy mal camino; caso concreto es la escuela donde precisamente recibí clases de equidad de género, en nuestra máxima casa de estudios en el estado, la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN).

Y es que basta con acudir a cualquiera de los eventos oficiales de esta institución para darnos cuenta como hay jovencitas de edecanes que no dejan nada a la imaginación como se dice coloquialmente, que son utilizadas como objetos sexuales, con ropa diminuta que la mayoría de las veces cae en lo vulgar.

Entiendo que el problema con las desigualdades sociales entre mujeres y hombres es que implica todo el sistema donde los mexicanos hemos crecido, el hombre es proveedor y la mujer ama de casa, y sólo esa premisa involucra un mundo de ideas subsecuentes y que por décadas se han pasado de generación en generación a las familias.

Creo que la sociedad en general, antes de salir esta semana a exigir los derechos de la mujer y celebrar su día, tenemos que quitarnos las ideas erróneas que en el fondo todavía tenemos. Los hombres y las mujeres tenemos diferencias biológicas que son plenamente reconocidas, pero eso no implica que deban existir diferencias sociales, al contrario, debemos tener los mismos derechos y exigirlos juntos a los Gobiernos.

Hay que romper el paradigma de que una mujer no puede ser directora de una empresa o Gobernadora de un estado. Hay que hacer la diferencia y no sólo los hombres sino también las propias mujeres deben dejar de discriminarse a sí mismas, el día que eso pase verdaderamente habrá un avance en la equidad de género. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo juanfechavez@gmail.com

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