Espacios donde indígenas fueron reubicados no pueden llamarse viviendas: Sedatu

En la colonia Aztlán del Verde, se edificaron 13 de los 14 cuartos, con dimensiones de 4.60 por 3.60 metros y un baño en el exterior de 2.80 por 1.50 metros.

Tras la construcción de cuartos para 14 familias indígenas que se encontraban asentadas en la Plaza del Músico en Tepic, Nayarit, y que no cumplen con los requerimientos básicos de vivienda digna, las autoridades municipales y federales se confrontan.

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Mientras que el presidente municipal de Tepic, Leopoldo Domínguez, aseguró que las habitaciones se construyeron como una medida emergente ante las condiciones deplorables en las que vivían los indígenas huicholes, coras, tepehuanes y mexicaneros, y cumplieron con los requisitos de vivienda que establece la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, el delegado de esa dependencia no comparte esa opinión.

En entrevista, Gerardo Aguirre, delegado estatal de la Sedatu , afirmó que la secretaría solo participó en la edificación de siete de los 14 cuartos y que frente a sus características no pueden ser llamadas viviendas.

En un predio de mil 708 metros cuadrados, ubicado en la colonia Aztlán del Verde, en Tepic, se edificaron 13 de los 14 cuartos con los que se beneficiaron a los indígenas, con dimensiones de 4.60 por 3.60 metros y un baño en el exterior de 2.80 por 1.50 metros.

Aún no cuentan con energía eléctrica ni drenaje y aunque no han sido formalmente entregadas, por lo menos tres cuartos ya están habitados por familias que se dedican a la elaboración de artesanías. Un cuarto más fue construido en la colonia Félix Peña.

Pese a las características, los indígenas están agradecidos por contar con un espacio donde resguardarse de la intemperie.

La dependencia, explicó el delegado de Sedatu, participó con un presupuesto de 20 mil pesos por cuarto, unos 140 mil pesos en total, pero bajo el esquema de ampliación de vivienda, cuando, dijo, para ese proyecto se requería hacer una construcción completa.

Indicó que como parte del programa Vivienda Digna en el ejercicio 2015 se hicieron 147 acciones de ampliación en Tepic, de las cuales siete formaron parte de la iniciativa municipal para los indígenas reubicados.

Insistió que en este proyecto existió un error de planeación, pues no puede llamarse siquiera un pie de casa.

«Existe un error de llamarlo como casa, pie de casa o unidad básica de vivienda porque el presidente Enrique Peña Nieto en el inicio de administración pidió a las instancias que es Comisión Nacional de Vivienda y Fonhapo que por lo menos el pie de casa sea de dos recámaras, con su cuarto de usos múltiples, la cocina y su baño, tienen que ser de loza de concreto; tienen que estar totalmente aplanadas y terminadas, es un error llamarlo casa, porque normativamente no se puede llamar», recalcó.

De acuerdo con las reglas de operación de Fonhapo, indicó Aguirre, una unidad básica de vivienda debe medir mínimo 44 metros cuadrados y el lote debe contar con habilitabilidad: agua y drenaje.

Ante ello, admitió que existió una «falta de coordinación» con el gobierno municipal para verificar que se cumpliera con la norma y se construyera vivienda digna.

«Tenemos miles de acciones en el estado, no podemos estar verificando así, aquí el gobierno municipal provee la información. En estas siete acciones sí existe el error de falta de coordinación, nosotros no pudimos haber permitido que se hicieran en terreno baldío, ahora tenemos que subsanarlo, corregirlo», expresó.

Aguirre aseguró que buscarán un acercamiento con el ayuntamiento para encontrar la manera de mejorar las viviendas, pero la alcaldía debe manifestar su disposición a aceptar que no se trata de viviendas dignas y que la situación debe repararse.

«Creo que podemos encontrarle en Sedatu una salida, ya lo platicaremos con el alcalde», dijo.

La Ley de Asentamientos Humanos del estado establece que para el caso de fraccionamientos de interés social, los lotes no podrán tener un frente menor a los seis metros ni una superficie menor a los 90 metros cuadrados.

Braulio Muñoz, presidente del movimiento indígena de Nayarit, criticó las casas al calificarlas de «ratoneras» y señaló que no existe vivienda digna para las etnias.

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