Este perro con parálisis sorprendio a todos cuando hizo algo que nadie creyó que fuera posible

 

Zeus, el cachorro, estaba casi completamente paralizado cuando Linda Kuether lo encontró, poco después de que él fuera rescatado de un refugio de eutanasia en Oklahoma. “Él se encontraba terriblemente demacrado y sólo era capaz de levantar su cabeza y mover su cola”, dice Kuether. “Se le daba agua y debía ser alimentado por medio de una jeringa”.

Kuether dice que un veterinario determinó que su parálisis probablemente fue causada por un virus, pero su recomendación fue que no le hicieran las pruebas de diagnóstico dado que el tratamiento iba a ser el mismo: antibióticos, esteroides y un montón de terapia física, que podía o no mejorar su movilidad. Así que Kuether fijó metas para Zeus que no parecían tan modestas en el momento.

“Mi mayor esperanza era que él eventualmente fuera ‘normal’”, recuerda Kuether, quien vive en Carbondale, Illinois, junto a su esposa Jennifer LeDuc y un grupo de gatos y perros. “Que fuera capaz de caminar y correr, subir escaleras, subir y bajar de muebles, entrar y salir del automóvil, aprender reglas básicas de obediencia y tener una familia que lo amase por siempre”.

Zeus tenía un poco menos de un año cuando fue rescatado en 2012. Kuether, que es terapeuta física de humanos, hizo que él comenzara a nadar de inmediato en su piscina y cuando el agua se volvió demasiado fría en invierno un compañero voluntario en la cercana Comunidad de Rescate y Educación de Animales San Francis, les prestó una piscina climatizada cubierta. “Sabía que debíamos proveerle alguna manera para que él pudiera comenzar a mover sus piernas de una forma que no requiriera apoyar su peso corporal en ellas y pensé que la natación era una de las mejores maneras de comenzar a hacerlo”, señala.

Después de un par de meses, Zeus progresó y comenzó a moverse en tierra firme, haciendo lo que Kuether describe como un “arrastre del ejército”. Luego se levantó para arrastrarse de rodillas. Para Febrero del 2013, Zeus se movía con la ayuda de una silla de ruedas que lograron conseguir después de subir la historia de Zeus a Facebook. Y para abril de ese mismo año, “él dio sus primeros tambaleantes pasos”, cuenta Kuether.

“Fue como una mañana de Navidad cuando tenías 5 años y te regalaban la bicicleta que habías estado pidiendo todo el año”, recuerda. “Quería gritar desde la cima de una montaña:¡Lo hizo!¡Lo hizo!¡Zeus caminó!”. Zeus aún necesita terapia y esteroides, pero ha aprendido a correr (lo que Kuether ama, aunque sus gatos puedan pensar de forma diferente) y ahora se ha vuelto lo suficientemente fuerte para escalar los muebles, subir dentro del automóvil por sí solo y subir las escaleras. Kuether dice que hasta se ha maravillado al ver la primera vez que este perro se paró para orinar y la primera vez que robó un emparedado de un plato. Una de sus alegrías más grandes hoy, es observar a Zeus demandar bocadillos.

“Se sienta en la sala de estar a esperar que una de sus madres termine su cereal de desayuno para que él pueda tomar la leche que queda”, dice Kuether. “Después él generalmente ruega para volver a su cama”, (Ahí donde, vale la pena mencionar, duerme con la lengua colgando fuera de su boca).

Cuando la prensa local escribió sobre el progreso de Zeus el pasado año –él se convirtió en una especie de celebridad del sur de Illinois– él todavía estaba en el mercado para encontrar una familia que apreciara el obstinado, determinado, tonto, resistente y amoroso carácter de este perro. Pero a principios de este año finalmente quedó claro que Kuether, LeDuc y su amplia familia de animales eran los indicados para cuidarlo.

“Mi esposa y yo lo hemos adoptado oficialmente”, cuenta ella. “Nos preocupaba que él nunca pudiese caminar. Pero nunca nos preocupamos de haber cometido un error al darle una segunda oportunidad”. Ese hubiese sido un buen final para esta historia, pero todavía hay más. Recientemente Kuether y LeDuc han adoptado un nuevo perro, también a través de la Comunidad de Rescate y Educación de Animales San Francis. El nombre del can es Athena y sus piernas traseras están paralizadas. “Casualmente, la silla de ruedas de Zeus le queda casi a la perfección”, dice Kuether. “Ella estará disponible para ser adoptada una vez que tenga su propia silla de ruedas”.

 

 

Publicidad