Estudian hongos microscópicos para salvar un bosque de Nayarit

María del Rocío Vega Frutis, investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit, investiga la relación de micorrizas con la degradación del suelo del bosque de niebla del estado. La científica refiere que las plantaciones cafetaleras podrían afectar el sistema ecológico entre los hongos y la salud de los suelos,

María del Rocío Vega Frutis es profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit, donde estudia una diversidad de hongos microscópicos llamados micorrizas arbusculares, pertenecientes a los suelos del bosque mesófilo de montaña del estado, dentro de la Reserva Ecológica Estatal Sierra de San Juan.
Este bosque se encuentra en un estado crítico de degradación, que podría estar relacionado al cultivo de café y otros cambios ecológicos que han ocurrido en el sitio. No obstante, conocer la interacción de estas micorrizas con el entorno vegetal del bosque podría ayudar a su recuperación, y la investigación de la joven científica será clave para ello. La bióloga apunta que, probablemente, con el objetivo de cultivar café en la reserva muchas plantas, que coexisten con este tipo de hongos, podrían ser removidas alterando el sistema ecológico y calidad de los suelos.
De acuerdo con la especialista, las micorrizas viven asociados a las raíces de las plantas y su vínculo data de millones de años, puesto que les proporcionan recursos vitales como fósforo y nitrógeno. Conforme el hongo crece forma redes de hifas, filamentos muy delgados que producen una especie de pegamento llamado glomalina, el cual evita la erosión del suelo. Así, los hongos micorrizógenos arbusculares tienen un papel en la estabilidad y la calidad del suelo, en la retención de agua, la redistribución de minerales, la rehabilitación de suelos y en la sustentabilidad de los agroecosistemas.
“Esperamos que la investigación tenga un impacto en el bosque, que se estudia muy poco así como sus interacciones ecológicas. Nuestros estudios han partido de cero y buscamos qué especies de hongos hay y cómo impactan en las especies de plantas”, señala la científica en entrevista. Si bien la investigación de este tipo de hongos ha derivado en aplicaciones para el desarrollo de biofertilizantes, en Nayarit la doctora confía en que serán esenciales dentro del largo camino para restaurar su bosque de niebla.
ESTUDIO. Por su investigación, Vega Frutis obtuvo una de las Becas para las Mujeres en la Ciencia L´Oréal-Unesco-Conacyt-AMC 2015, con la que continuará los estudios en la región. En una primera etapa del proyecto su equipo colocará parcelas de 10 metros cuadrados en un área de cafetal de la reserva para obtener muestras de suelo de estos dos tipos de vegetación. Después, en el laboratorio extraerán las esporas de los hongos, las estudiarán e identificarán.
En una siguiente etapa, evaluarán las funciones de los hongos, para lo cual colectarán suelo del bosque y del cafetal para llevarlo al invernadero, donde sembrarán plantas de sorgo, debido a que éste crece rápidamente, y observar la efectividad de la colonización de micorrizas en sus raíces. Esto permitirá observar y comparar el crecimiento de plantas con los dos tipos de suelos, esperando encontrar mayor efectividad en el del bosque.
Finalmente, los científicos buscarán plantas exclusivas del bosque de niebla y del cafetal, para después transplantarlas en macetas con suelo inverso de estos. Así, identificarán si una planta del bosque puede adaptarse y crecer en un cafetal, lo que permitirá saber si las especies de hongos del bosque de niebla pueden colonizar las raíces de una planta del cafetal, así como conocer cuánto pueden crecer las micorrizas arbusculares en los dos tipos de vegetación.
RECURSOS EN ESTADOS. La investigadora ganadora de la beca refiere que Nayarit es un estado con una megadiversidad biológica, no obstante se desconoce mucho de ésta. Pero para hacer más ciencia e investigación se requieren mayores recursos financieros, más aún en una entidad con los niveles más bajos de producción científica del país.
Hacer ciencia en este contexto no es sencillo y María del Rocío Vega ha tenido que remar a contracorriente para desarrollar su investigación. Egresada de la UNAM, y después de realizar su doctorado en el Instituto de Ecología (Inecol), centro Conacyt, la científica realizó una estancia posdoctoral en la Universidad de Jyväskylä, Finlandia.
A su regresó a México ingresó a la universidad nayarita, donde ha trabajado desde hace año y medio; rápidamente se percató de la falta de recursos para la investigación en el estado. “En ocasiones no hay recursos para tomar un vehículo, pagar la gasolina e ir al lugar de investigación”. Es por ello que enfatiza que instituciones como Conacyt requieren aportar más recursos en las entidades científicamente más deprimidas.
No obstante, y como en muchas ocasiones, la falta de recursos ha sido sorteada con creatividad de los grupos de investigación; es por el resultado y calidad del trabajo de la científica que obtuvo la beca L´Oréal-Unesco-Conacyt-AMC.
“Finlandia es un país de primer mundo, donde el dinero que se destina a investigación es muy grande, pero uno de mis profesores decía que la diferencia entre México y un país así sólo era esa diferencia en la cantidad de recursos que se invierten en ciencia. No obstante, en nuestro país con poco dinero hacemos maravillas y generamos buenas publicaciones. Quizá sea el ‘ingenio mexicano’ de buscar las maneras de hacer las cosas, pero no estaría mal un poco más de financiamiento.

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