Hasta aquí

Finalñizó uno de los torneos que más impacto terminó en la sociedad

Concluyó el torneo de “El Búfalo”, mismo que fue creado en memoria de Paco Hernández, un promotor del fútbol que falleció no hace mucho, también la finalidad es que los equipos de la Diamante “B” se vayan conformando debidamente.

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Esta vez llegaron a la gran final dos cuadros fuertes, de esos que serán sinodales, Zapata y Rieleros, ambos con algunos jugadores que “ya dan la edad” para jugar en dicha categoría y por eso darán mucho que hablar en la campaña venidera.

Rieleros se presentó a la cancha “Jesús Ceja” completito, hasta con buen número de jugadores en la banca, Zapata no con tantos, apenas dos para entrar de cambio, el árbitro fue don Héctor Miramontes, “El Padrino”.

Iban 15 de juego cuando en una jugada dentro del área zapatista se marca la pena capital, esto en un choque entre el portero Pedro del Río con Jáuregui, lo tiró René Valencia y Pedro la detuvo recostando a la derecha, el marcador seguía inmóvil.

15’ después cayó el primer gol, un tiro suave de Rafael Ocegueda que entró pegadita al poste, a la izquierda del ingeniero Alberto “Chopo” Navarrete, hay que señalar que el trabajo del señor árbitro no tenía contentos a los jugadores, natural.

El gol era una loza en los dorsales rieleros, se estaban desesperando, más esos que quieren que la esfera se las pongan en los meros pies, que dicen que ellos siempre hacen las cosas bien y los otros no, en fin, las mentes se estaban calentado con el fuego de la pasión del fútbol.

Los roces aumentaron, las patadas y los codazos a veces no tan disimulados también, Rieleros no lo podía creer porque llegaron al campo pensando quizás que eran campeones, pero faltaba meter los goles que los convirtiera en tales.

Dicha pasión acabó por manifestarse y se armó el conato de bronca, faltaban ya unos dos minutos para que se acabara el tiempo de reglamento, Miramontes no se anduvo por las ramas y enseñó las tarjetas amarillas y rojas y decidió terminar el partido, acertado.

Ah que caray, de veras que a pesar de la edad se dejan llevar por lo que en esos momentos sienten, hubo hasta insultos de persona a persona, hasta retos como cuando eran niños y estaban en la escuela, “luego nos vemos y ya verás”, no dudamos de su calidad como futbolistas, aunque como tales deben entender que este deporte es como todos, se pierde y se gana, y las circunstancias son así, impredecibles, calma señores, calma, aunque la edad nos hace como niños somos adultos, ¿o no?

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