Tras la suspensión de Joseph Blatter, la presidencia de la FIFA pasa automáticamente a Issa Hayatou, hijo de un sultán del norte de Camerún que ha dirigido el futbol africano durante 27 años.

La FIFA dijo el jueves que la condición de Hayatou como vicepresidente ejecutivo lo eleva a presidente interino durante la suspensión de Blatter por 90 días. Pero él mismo llega con su propia carga de escándalos, incluso anteriores denuncias de corrupción y una reprimenda del Comité Olímpico Internacional.

Hayatou, de 69 años, también tiene algunos problemas de salud, entre ellos una enfermedad renal que requiere sesiones regulares de tratamiento.

Después de ser confirmado presidente interino, Hayatou se apresuró a declarar que no buscará el cargo permanentemente aunque se comprometió a “dedicar mis mejores esfuerzos a la organización”.

La FIFA sigue comprometida con el proceso de reforma, que resulta crítico para recuperar la confianza pública”, afirmó Hayatou en una declaración difundida por el organismo gobernante. “También seguiremos cooperando plenamente con las autoridades y desarrollando la investigación interna hasta sus últimas consecuencias”.

Blatter y el presidente de la UEFA, Michel Platini, fueron suspendidos por el Comité de Ética de la FIFA después que se inició una investigación penal para determinar si Blatter cometió una irregularidad al pagar 2 millones de dólares a Platini.

El ascenso de Hayatou al cargo máximo se produce 13 años después que compitió con Blatter —y perdió— en una disputada y áspera elección en la FIFA.

El exprofesor de educación física y atleta proviene de una familia poderosa —su hermano mayor fue primer ministro de Camerún— y a los 28 años fue designado secretario general de la Federación de Futbol de Camerún, pocos años después Ministro de Deportes, y a los 41 presidente de la Confederación del Futbol Africano.