La diferencia marca tendencia

Caldero Político

Para lograr éxito electoral se requiere que las personas que buscan puestos de elección popular marquen la diferencia por ser mejores. Hay actores o prospectos que de plano están llenos de cosas negativas, del peso de sus antecedentes y de sus hechos que son criticados por la colectividad  por ser detestables. Varios de ellos cargan con la culpa de saqueos al erario público, de apoderarse de cosas que no eran de ellos sino del pueblo y de vivir cómodamente y comodinamente con recursos de los impuestos del pueblo. Hay aspirantes que han recorrido todos los puestos sin ningún beneficio para la gente y más que servir se han servicio de los cargos en los que han estado, y todavía quieren más.

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Ahora, en este panorama, la sociedad observa nuevos valores provistos de valores, principios, ideas, creatividad, objetivos comunes del agrado de las mayorías y buen sustento en sus antecedentes y equipos de trabajo. Ellos marcan diferencias con los otros y de verdad contrastan por ser mejores en la vitrina de dónde debemos seleccionar gobernantes o representantes populares.

Diferentes

Puntualicemos: la diferencia es la cualidad que permite que algo (o alguien) se distinga de otra cosa (o de otra persona). El término, que procede del latín differentia, puede utilizarse para nombrar a la variedad de cosas de una misma especie y una ‘herramienta’ actual para colocar a cada aspirante a cargo de elección popular, una a una, uno a uno, en la báscula del análisis antes de darles nuestra preferencia, apoyo y voto. Ver sus defectos, cualidades y demás con un microscopio, de ‘cerquitas’.

Una vez que usted ha ajustado la forma en que ve las cosas, puede decidirse. Y los analizados con buen resultado van camino al éxito después de pasar los filtros con el público, con la gente que los va a impulsar al triunfo, en tanto los otros, son desechados (deberían) y eliminados por malos, por desgastados o inútiles. Así de fácil.

Desde luego que  la actitud de cada individuo para trabajar,  proponer,  convencer, es un componente esencial del éxito pero por sí sola la actitud no l  @ ayudará a lograr sus metas,  también se requiere tener habilidades, talento y experiencia. Añadiríamos valores y principios, congruencia, palabra para cumplir sus compromisos y serenidad para enfrentar las guerras sucias y malévolas, saliendo airosos porque son mejores, más aptos y, desde luego, sobresalientes.

Debemos buscar los más aptos

Maxwell cree que, en igualdad de condiciones, la actitud puede ser la diferencia entre lograr los objetivos y no lograrlos. Si bien se considera vital  mantener una mente positiva, se requieren además  dosis de trabajo, buenas propuestas y un excelente equipo de trabajo.

“Su actitud interna sale a la luz aun cuando usted trate de ocultarla. La naturaleza y la crianza influyen en el punto de vista esencial que se tiene de la vida. Los rasgos de la personalidad, la crianza y cualquier trauma temprano vivido en la niñez, todo ello”, agrega.

Va implícito el carácter, los valores, los principios, la educación, los buenos hábitos, la congruencia.

Así es que, amigos, por un lado están los corruptos, los desgastados, los chapulines, los avorazados, los gandallas, los pillos. Por el otro los formados para el trabajo, los honestos, los trasparentes, los legales, los más limpios, etc. De tal manera que es muy fácil decidirse por cual lado hacerse y a quienes apoyar. Solamente falta decidirse y sumarse a la avalancha de personas que de verdad desean transformar a su estado, municipio o país.

Como decían los miedosos anuncios que antes daba a conocer la PROFECO: “no queremos influir  en la tendencia de su voto, pero”, mejor saque cuentas y reflexione”.

VEREMOS Y DIREMOS.

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