Caldero Político
En México, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), para el primer trimestre de 2017, hay 2 millones 480 mil 466 personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado, cifra que representa 4.8% del total de ocupados.
Pero fíjese usted bien: de cada 100 ocupados en esta actividad, 90 son mujeres; destaca que, en ocupaciones como empleados domésticos, cuidadores de personas, lavanderos, planchadores y cocineros domésticos, la presencia de mujeres se incrementa a más de 93 mujeres de cada 100 trabajadores.
En contraste, para razonar, la mayor presencia de hombres se ocupan como choferes, vigilantes, porteros y jardineros, todos en casas particulares, con porcentajes superiores a 94.4% de los ocupados.
Según datos de la ENOE, 99 de cada 100 ocupados subordinados y asalariados en trabajo doméstico laboran sin un contrato escrito y de cada 10 mujeres ocupadas en trabajo doméstico remunerado, 6 cumplen jornadas menores a 40 horas a la semana, en tanto que siete de cada 10 hombres en estas ocupaciones labora 40 horas o más a la semana. Por otra parte, la mayoría (76.5%) de los trabajadores domésticos recibe, como ingreso por su trabajo, hasta dos salarios mínimos o menos. De esta forma, el INEGI presenta un conjunto de indicadores que muestran un panorama general de la situación de la población que realiza trabajo doméstico remunerado, en sus principales modalidades, como actividad económica realizada por la población en edad laboral. Esta información permitirá conocer las condiciones en que se desarrolla la actividad y con ello coadyuvar a la generación de políticas enfocadas a este grupo de población.
Antecedentes
El trabajo doméstico es el realizado para o dentro de un hogar o varios hogares. Puede incluir tareas como limpiar la casa, cocinar, lavar y planchar la ropa, el cuidado de los niños, ancianos o enfermos de una familia, jardinería, vigilancia de la casa, desempeñarse como chofer de la familia, e incluso cuidando los animales domésticos. Se clasifica en remunerado y no remunerado. El primero de ellos se refiere al que se realiza en el marco de una relación laboral, mediante un pago determinado, ya sea para el mismo hogar de residencia o para otro, mientras el trabajo doméstico no remunerado es aquel realizado para el mismo hogar del que forman parte los individuos sin que medie un pago.
En junio de 2011, la conferencia de la Organización Internacional del Trabajo adoptó el Convenio 189 y la Recomendación 201 sobre quienes se ocupan en el trabajo doméstico, que establecen derechos y principios básicos para este sector y exigen a los Estados Miembros que tomen una serie de medidas con el propósito de hacer del trabajo decente para los trabajadores domésticos una realidad. A pesar de que México votó a favor del convenio y la recomendación, no los ha ratificado, por lo que el trabajo doméstico remunerado en México no se considera un trabajo formalmente legal.
Trabajo doméstico
El trabajo doméstico se caracteriza por realizarse de manera aislada, factor que contribuye a la desprotección y vulnerabilidad de las personas que desempeñan esa ocupación. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), señala que una vez empleados, se ven inmersos en relaciones de poder muy desiguales con los empleadores y hacen frente a un elevado nivel de aislamiento, maltrato, abuso, humillación y discriminación. Mayor déficit de trabajo decente y peor calidad del empleo son también características atribuidas al trabajo doméstico.
En el grupo de trabajadores domésticos remunerados se incluyen las ocupaciones de empleados domésticos; cuidadores de personas en casas particulares; jardineros en casas particulares; lavanderos y planchadores domésticos; choferes en casas particulares; vigilantes y porteros en casas particulares y cocineros domésticos.
En México según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el primer trimestre de 2017, la población de 15 y más años ocupada en trabajo doméstico remunerado en hogares es de 2 480 466 personas, lo que representa 4.8% de la población ocupada para este rango de edad.
La distribución de los trabajadores domésticos remunerados según tipo de ocupación se concentra mayoritariamente en el grupo de empleados domésticos. Esta categoría incluye a los trabajadores que realizan principalmente quehaceres de limpieza en casas particulares, además de otras actividades complementarias como puede ser lavar o planchar. Este grupo representa a 79.4% del universo de trabajadores domésticos remunerados y suma poco más de 1.9 millones de personas.
Trabajo doméstico dominado por mujeres
En conclusión, el trabajo doméstico remunerado en México es una actividad primordialmente femenina, ya que 90 de cada 100 ocupados en esta actividad son mujeres. Destaca que en ocupaciones como empleados domésticos, cuidadores de personas, lavanderos, planchadores y cocineros domésticos la presencia de mujeres se incrementa a más de 93 mujeres de cada 100 trabajadores en estas ocupaciones.
En contraste, como ya vimos, la mayor presencia de hombres se ocupan como choferes, vigilantes, porteros y jardineros, todos en casas particulares, con porcentajes superiores a 94.4% de los ocupados en estas actividades.
Datos de la ENOE 2017 indican que la edad promedio de los trabajadores domésticos es de 42.3 años: 43.9 para hombres y 42.1 para mujeres. Además muestran que seis de cada 10 de los trabajadores domésticos (57.7% de las mujeres y 57.0% de los hombres), tienen 40 años o más de edad.
En México 5.8% de los trabajadores domésticos remunerados es analfabeta. Esta condición se presenta mayormente en los varones: 6.4% de los hombres trabajadores domésticos y 5.7% de las mujeres ocupadas en esta actividad son analfabetas.
Respecto a los niveles de escolaridad de la población ocupada en el trabajo doméstico remunerado, cuatro de cada 10 trabajadores domésticos tiene algún grado de secundaria, 32% solo concluyó la primaria y 20.9% no concluyó los grados de primaria. Solo uno de cada 10 trabajadores domésticos remunerados tiene al menos un año cursado y aprobado en el nivel medio superior o superior.
Por tipo de ocupación, los trabajadores con mayor nivel de instrucción son los choferes en casas particulares: 39.8% cursó al menos un grado en educación media superior o superior. Los cuidadores de personas también presentan mayores niveles de escolaridad que el resto de los trabajadores domésticos: 22.2% tiene al menos un año aprobado en la educación media superior.
En caso opuesto, los lavanderos y planchadores domésticos son los trabajadores domésticos con menores niveles de escolaridad: 23.8% tiene un nivel de primaria completa y 43.6% no terminó la educación primaria.