La sobreprotección afecta el desarrollo sano de los niños

Los padres que sobreprotegen a sus hijos, no les permiten ser independientes

Los padres sobreprotectores cometen cuatro errores capitales que afectan el desarrollo sano de los niños, causándoles más dolor y miedos, afirmó la psicoterapeuta Gabriela González Padilla.

Publicidad

Errores al sobreproteger a los niños

Limitar la toma de riesgos en los niños, no establecer reglas ni marcar límites adecuadamente, solapar su frustración y evitar que tomen responsabilidad, dificultan el desarrollo de los niños, explicó.

En entrevista, indicó que es un impulso natural de los padres proteger a sus hijos del dolor y el peligro; de la infelicidad, el rechazo y las malas experiencias, pero se convierte en problema cuando esta preocupación rebasa los límites y se sobreprotege.

“Cuando la necesidad de proteger es demasiada, los padres obstaculizan el desarrollo sano de sus hijos, causando más dolor del que pretendieron evitar en un principio”, explicó.

Problemas que conllevan la sobreprotección

Al sobreproteger a los menores, dijo, lo que muchos padres pierden de vista es que “al darle poder a los miedos que seguramente ellos mismos experimentaron en su infancia, evitan que sus hijos los enfrenten y superen”.

Los niños necesitan enfrentar retos, es parte de crecer, sin embargo, los padres sobreprotectores desconfían en la capacidad de sus hijos y ellos acaban creyendo que no pueden por sí mismos, expuso.

A los padres les da miedo tomar su lugar, fortalecer su liderazgo y perderle el miedo a las quejas o rechazo momentáneo de parte de sus hijos, debido a que confunden asumir su posición para que los obedezcan con lastimarlos.

Solapar su frustración es el terreno fértil de la creatividad, pero cuando los padres la resuelven por ellos, los niños desarrollan la noción de que el mundo está ahí para proveer gratificación inmediata. “Se vuelven intolerantes, caprichosos, manipuladores y evasivos”.

El evitar que tomen responsabilidad, los padres hacen todo por ellos, quitándoles la oportunidad de volverse independientes.

“Haciéndoles creer que el mundo gira a mi alrededor y conforme crecen, se vuelven cada vez más diestros en la evasión de la responsabilidad”, mientras lo que realmente necesitan es lo opuesto: sentir el peso de las consecuencias de sus actos, subrayó.

Consecuencias de la sobreprotección a largo plazo

Una consecuencia crónica de esta forma de crianza, detalló, se puede ver en los jóvenes que viven en casa de sus padres, sin realmente estar construyendo un proyecto de vida.

“Estos jóvenes en el fondo están paralizados, porque sus padres los solaparon tanto que ahora sienten que la vida les queda demasiado grande. Que si salen al mundo no podrán cargarse a sí mismos o fracasarán en el intento”, alertó.

Publicidad